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Workshop

#PillsOfHope: especial Líbano

 
23 abril 2020   |   , ,
 
Por Mona Farhat

Esperando la Semana Mundo Unido, Mona, una joven abogada de 36 años del Líbano, nos ha contado esta explosión de fraternidad global, a través de un breve #PillsOfHope. Son preciosas historias de fraternidad en su país –el bosque que crece– en época del Covid-19.

Comidas servidas… a distancia

En tiempo de Covid-19. Hay quien sufre por las drásticas medidas que no le permiten salir libremente a hacer las compras y otros que, por falta de medios, no pueden si siquiera soñar darse este lujo. Apenas les había pasado este pensamiento a los del equipo “Parainage-Liban” cuando sonó el teléfono. Era un compatriota que vivía fuera de país y decía que quería ofrecer comida para diez familias en condiciones de pobreza, durante todo un mes. Enseguida, varios se pusieron a trabajar, generando una cadena de solidaridad y de ayuda: el cocinero, sus ayudantes, y todos los que manifestaron su disponibilidad para entregar las comidas.

Después de las primeras entregas, Lena, una del equipo, recibió la llamada de otra familia en graves condiciones económicas. ¿Qué hacer? Ciertamente preparar un almuerzo más, dividiendo los víveres comprados para once, en cambio de diez… lo piensa. ¡En cambio no! Llega una llamada inesperada de una persona que quería ayudar también a una familia. Problema resuelto, también la décima primera familia recibe comida caliente durante un mes.

Sorprende siempre la puntualidad de la Providencia y, todavía más impactante, que las ayudas continúan a llegar desde Italia, a pesar de la difícil situación sanitaria.

El óbolo de la viuda

En esta crisis sanitaria, muchas personas no han tenido que sufrir sólo las drásticas medidas sanitarias de confinamiento, sino que han tenido que enfrentar también una crisis económica sin precedentes. Especialmente, aquellas familias que iban adelante ya con dificultades también antes… tal vez porque el padre o la madre habían perdido el trabajo.

A menudo, en estos momentos especiales que se tiene la oportunidad de sentirse parte de una familia más grande… Así sucedió a una pareja que participa en los encuentros de Palabra de Vida, organizados por el Movimiento de los Focolares que, en uno de éstos, expresó la dificultad de no lograr pagar el arriendo de su casa ya desde hacía dos meses. Entonces todo el grupo, que tampoco tiene grandes recursos económicos, hizo una comunión de bienes en la que participó también una pareja con grandes dificultades económicas. La alegría de todos fue grande cuando constataron que, al final, el dinero recolectado, correspondía precisamente a la suma del alquiler que tenían que pagar.

Pero la cosa no terminó allí. Una gran sorpresa se llevó también la pareja que había participado de la comunión de bienes con los pocos recursos que tenía, cuando les llegó una llamada imprevista anunciándoles que, para ellos también había una suma de dinero, sin haber pedido nada. El óbolo de la viuda, sin duda tiene el peso más grande en la economía divina.

Arte, unidos en la distancia

Los músicos de todo el mundo tratan de ofrecer momentos de belleza y de armonía a través de piezas musicales grabadas a distancia, con los medios tecnológicos que tienen a disposición.

Para animar a los enfermos, al personal médico y a las personas que están en cuarentena, la orquesta del Collège Notre-Dame de Jamhour, cerca de Beirut, compuesta por más de 40 músicos y cantantes, ofreció al público libanés y a otros, el bellísimo canto Fayrouz «IMANI SATEH» (es decir, “mi fe brilla”) que cada uno de los miembros de la orquesta tocó y cantó desde su propia casa, ofreciendo una actuación digna de los más grandes conciertos.

En ocasión de la fiesta de la Anunciación, que en el Líbano se convirtió en fiesta nacional, tuvimos la alegría de escuchar virtualmente el magnífico canto «Couronnée d’étoiles», dirigido a la Virgen María, madre de la Humanidad y Reina de los pueblos.

María, celebrada por musulmanes y cristianos

Inseparables son los lazos que unen cristianos y musulmanes. En el Líbano, algunos de ellos celebraron juntos, el 25 de marzo, la fiesta de la Anunciación, ya reconocida como fiesta nacional. A través de Zoom se conectaron más de 100 personas, no sólo del Líbano, sino también de Argelia y Holanda. En la apertura de este momento de oración y comunión, una de ellas, Fátima, recordó: «Hoy celebramos a María, Aquella que evoca la pureza, la santidad, la paciencia en las pruebas y la fe en el amor de Dios que pone fin a cada mal. Por esto, nos parece inconcebible no celebrar juntos la fiesta de la Anunciación, sobre todo en estos momentos en los que sentimos la necesidad de estrecharnos la mano para animarnos… Pero como el camino del amor y de la luz es un camino de verdad, también en el mundo virtual, decidimos conectarnos para orar juntos no sólo por nuestro país sino por el mundo, con la certeza que Dios nos escuchará. Es lo que en el Evangelio de Mateo ha prometido: “Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá”. También en la Sura del Bagara, Corán 2/186: “Y cuando Mis siervos te pregunten sobre Mí, Yo estoy cerca y respondo al ruego del que pide, cuando Me pide; así pues, que ellos me respondan y crean en Mí. ¡Ojalá se guíen rectamente!”».

Después de esta introducción, se vio un video sobre la Anunciación, así como se narra en el Corán, y se rezó el Ángelus.

Un texto del periodista Michele Zanzucchi, ayudó a los participantes a abrirse a una nueva lectura de los eventos que estamos experimentando. Y, como conclusión, el público escuchó el magnífico canto del Ave María, cristiano.musulman, interpretado por Tania Kassis, Mazen Zakaria y Mahmoud Massaad que unieron su corazón en una perfecta comunión.

Fue un momento de fiesta que se concluyó a las 19, con una oración en común entonada por la Asociación ADYAN.

Al final hubo una manifestación de agradecimiento que llegó de todas partes, para subrayar la gracia vivida a pesar de este tiempo de prueba.


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