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Qué tienen en común las plantas, la economía y la COP26
De no ser porque tienes una venta de flores en alguna de las calles de Glasgow, Reino Unido, conectar plantas con economía y la COP26 no parece algo común. Pero atención, que de las mezclas más impensables surgen grandes ideas.
El 2021 ha sido un año caracterizado por grandes eventos internacionales y convenciones mundiales. Deportes, alimentación, economía y cambio climático son solo algunos de los argumentos. Grandes temas, pero vistos casi siempre de formas separadas y aisladas. Es quizás ahí donde radica el mensaje revolucionario de uno de los grandes eventos de este año: The Economy of Francesco (EoF).
“Todo está conectado” repite en diversos momentos el Papa Francisco en la encíclica Laudato Si’, la cual ha sido pauta e inspiración para este movimiento de jóvenes economistas y emprendedores de todo el mundo, que por segundo año consecutivo prepara un evento global, para poner sobre la mesa los temas económicos y sociales de estos tiempos y rediseñar modelos. El evento de este año será caracterizado por la presentación de grandes propuestas académicas y prácticas, financieras y emprenditoriales, una de ellas poco conocida y bastante disruptiva: una economía vegetal.
Qué nos enseñan las plantas
El gran invitado para abordar este tema el próximo 2 de octubre es Stefano Mancuso, un reconocido botánico italiano, profesor del Departamento de Agricultura, Alimentación, Medio Ambiente y Bosques de su alma mater, la Universidad de Florencia. En sus libros “Verde Brillante. Sensibilità e intelligenza Vegetale”, Mancuso señala que la evolución de las plantas fue en una dirección muy distinta a la animal, y en ella las plantas fueron capaces de desarrollar una forma de sobrevivencia mucho más fuerte que la de los animales, pues no dependen de un órgano que comanda a los otros, sino que desarrollaron órganos sensoriales que trabajan en conjunto. “Tener órganos fuertes (como los animales) es al mismo tiempo una debilidad” dice Mancuso y explica que los humanos necesitamos de dos pulmones, un corazón, un cerebro para funcionar y si uno solo de ellos falta, morimos. Con las plantas no sucede así.
En su más reciente libro, “Plant Revolution. Le piante hanno già inventato il nostro futuro”, el científico italiano lanza un primer punto de referencia entre plantas y economía: los animales dependen del consumo de recursos y de devorar a otros para sobrevivir. Mientras los animales somos capaces de comprender únicamente a quienes son similares a nosotros, las plantas fueron capaces de crear sistemas que entran en relación con otros organismos (hongos, animales, atmósfera) para aprovechar los recursos y generar nuevos. Las plantas nos muestran los principios de una economía circular, concluye Mancuso.
Plantas y empresas para crear un nuevo sistema
De ahí parte la pregunta que el profesor Luigino Bruni, Director Científico de The Economy of Francesco, lanza en su libro “Capitalismo infeliz”, en el cual cuestiona: ¿Qué puede decirnos la inteligencia vegetal al mundo económico y de las empresas? En una introspección a la historia económica, Bruni señala que la economía ha siempre buscado modelos externos en los cuales inspirarse: la mecánica newtoniana, por ejemplo; la adopción del paradigma biológico-evolutivo, etc. pero ninguno ha adoptado el paradigma vegetal. “¿En qué podría haberse convertido la ciencia económica si hace dos siglos los economistas hubieran adoptado el paradigma vegetal en lugar del animal, mecánico, organicista y biológico?” se cuestiona nuevamente Bruni.
Aunque en el libro no da una respuesta directa a esta pregunta, Bruni pone sobre la mesa la forma en que el sistema económico actual, basado en un modelo animal, ha creado empresas y finanzas dispuestas a moverse y comer al más pequeño para sobrevivir. Un sistema en el que apenas falla uno de los órganos, muestra su debilidad y hace fallar al cuerpo entero.
En cambio, recuerda que en Europa han sido testigos de una forma de empresa que sí ha tomado como referencia el modelo vegetal: las cooperativas. Bruni concluye enfatizando que “la innovación se está convirtiendo en el nuevo mantra de nuestro tiempo. Entonces, puede ser útil recordar que la innovación es una palabra de la botánica. Se utiliza para los brotes y las nuevas ramas”.
Una propuesta concreta
Los grandes paradigmas son en esencia modelos que inciden en una práctica. Un verbo. Una acción. Es por ello que The Economy of Francesco tiene como objetivo cambiar los paradigmas económicos. Durante el evento de los jóvenes economistas, el próximo 2 de octubre, además de plantearse la propuesta de la economía vegetal, Stefano Mancuso lanzará su propuesta en vista de la COP26, la conferencia mundial del cambio climático que este año se desarrolla en Glasgow, Reino Unido, en colaboración con Italia.
La idea: plantar mil millones de árboles. Mancuso argumenta que «está claro que no se debe seguir tolerando el uso de combustibles fósiles. Pero este camino, por ineludible que sea, puede ser demasiado largo. Por eso – dice el científico botánico – vuelvo a proponer que plantar suficientes árboles (que eliminan el CO2 de la atmósfera) es una solución clave. Propongámoslo firmemente en Glasgow: que cada país de la Tierra plante su propia cantidad de árboles«.
El evento de The Economy of Francesco será una plataforma para dar voz y forma a esta y muchas otras iniciativas. Tendrá como protagonistas a los jóvenes que por dos años han construido redes de colaboración, proyectos de estudio y emprendimiento que hoy salen a luz como modelos que abren el camino hacia una nueva economía.
La pobreza, las finanzas, el trabajo, la ecología y la empresa son los temas principales del programa, enriquecidos por el lenguaje de la poesía internacional y la espiritualidad, porque -citando al Papa Francisco- «no será posible comprometerse con las grandes cosas sólo desde una perspectiva teórica o individual sin un espíritu que te anime, sin alguna motivación interior que dé sentido, sin un sentido de pertenencia y arraigo que dé aliento a la acción personal y comunitaria».
Sábado 2 de octubre, a las 13.30 (Hora de Italia) en vivo, desde Asís. Un evento abierto a todo público para seguir la transmisión en línea, que será el momento de encuentro con otras iniciativas regionales.
Podrás seguir la transmisión aquí: