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Emergencia Ucraina – Un año de guerra
Mira Milavec, focolarina que trabaja en Caritas Spes Ucrania, con quien colabora la Coordinación de Emergencias del Movimiento de los Focolares, coordina la ayuda humanitaria en el país desde el estallido de la guerra; un año después del comienzo de la guerra, la entrevistamos.
Mira, ¿nos puedes hacer un balance de este primer año de guerra? ¿cómo están? ¿cómo es la situación ahí?
Ha pasado un año, pero parece una eternidad. La gente en Ucrania, por un lado, tiene mucha esperanza. “Vivimos para la victoria que llegará pronto” suelen decir. Por otro lado, veo a las personas cansadas de esta situación.
En el oeste, donde estoy, no hay peligro de vida como en el este: no hay sirenas, pero las personas tienen familiares en el frente. Cuando hablo con ellos me doy cuenta de que es una situación psicológicamente muy difícil. Tienes a tu esposo ahí y no te imaginas la vida sin él. Tenemos que pensar a las consecuencias y a cómo sostener a estas personas que han sufrido tanto.
¿Tus impresiones de este año?
Un dolor grande porque no veo que haya alguna esperanza de que esta paz verdaderamente llegue, de que esta guerra termine. La impresión es que estamos siempre en peligro y no hay lugar seguro. Pero, de alguna forma, tenemos que vivir una vida normal, por cuanto es posible. Lo que realmente te da esperanza es la oración. Es sentir esta cercanía de Dios, mi experiencia es que quien tiene fe, de alguna manera, va adelante. En el pasado he escuchado historias de guerras, hemos ofrecido ayudas en varias circunstancias, pero ahora vivo la guerra en primera persona y no tenía idea de lo que significaba.
¿Siguen llegando desplazados internos a sus centros?
Continúan, no en masa como al inicio, pero hace 2 meses la ciudad de Herson fue evacuada y mucha gente llegó a nuestros centros y desde la región de Bachmut.
¿Y cómo ha cambiado la ayuda de Caritas Spes? ¿Qué tipo de apoyo se requiere ahora?
De acuerdo con las indicaciones de la Organización Internacional al inicio hemos distribuido bienes de primera necesidad. Actualmente el mayor compromiso está dirigido a garantizar la dignidad de las personas: entregamos una ayuda monetaria mensual para comprar lo que más necesario; brindamos apoyo sociopsicológico. No es el mismo apoyo que uno puede recibir en condiciones normales. Es una guerra y necesitamos especialistas. Y también, todavía hace frío e incluso durará hasta marzo.
Entonces ayudamos a muchas personas que viven sin electricidad, especialmente de Kharkiv, Kherson, Nikolaev. Proporcionamos estufas de leña, generadores, baterías, para sobrevivir, muchos viven en casas destruidas. El frío entra por todas partes.
¿Cómo ayudan a los niños en todo esto?
Como Caritas Spes tenemos casas para niños huérfanos. Algunos fueron evacuados al comienzo de la guerra y ahora han regresado. El programa para ellos sigue adelante, por suerte no están en lugares peligrosos. Y luego hay familias que viven con sus niños en refugios porque no quieren abandonar la ciudad. Una treintena de personas viven en los sótanos en condiciones muy difíciles. Les prestamos ayuda humanitaria y también apoyo psicológico, y estos niños pueden venir los sábados a nuestros centros donde hacemos talleres con nuestros animadores. Gracias a las donaciones les compramos tabletas para seguir la escuela on-line porque no hay escuelas donde puedan participar presencialmente.
¿Con qué ánimo logran todavía ustedes, trabajadores, enfrentar esta situación?
Nuestros trabajadores que están en diferentes ciudades de Ucrania todavía, después de un año no han tenido tiempo de descansar. A pesar de los bombardeos, trabajan de la mañana a la noche. Se siente el cansancio, los centros están siempre llenos, pero hay muchas personas que colaboran, muchos voluntarios que entran en contacto directo con el sufrimiento de la gente que han perdido sus familiares, la casa, toda su vida. Tratamos de acoger los dolores de las personas, sus historias y poder hablar de ellas da mucha fuerza para ir adelante.
¿Dónde encuentran la fuerza y la esperanza para ir adelante?
Les cuento una experiencia de una vecina cuyo esposo está en guerra. Se quieren tanto y no puedo imaginar qué sucedería si su esposo muriera. Y veo cuánto sufrimiento, cuánto dolor. A menudo nos encontramos con ella para escucharla, no sirven muchas palabras y yo me pregunto ¿pero de dónde recibe tanta fuerza? No se qué habría hecho en su lugar. Y veo cuánto ella está en donación por ese esposo, pero no solo por él, sino también por aquellos que están a su alrededor. Y si antes, por ejemplo, veía cuánto para ella era importante viajar, ahora lo único que cuenta realmente es estar junto con él. Nunca había visto cuánto los ucranianos ayudan a los demás. Todos tienen a alguien al frente y ayudan a aquellos que tienen más necesidad. En tanto creen en la victoria. Y esto les da fuerza, y luego también la oración, la relación con Dios.
Por nuestra parte, ¿qué podemos seguir haciendo?
Antes que nada tengo que agradecerles, porque sin esta ayuda que se recolecta y se envía, no seríamos capaces de apoyar a estas personas. Y luego, como dije antes, la oración. Aquí este apoyo es muy importante, da fuerza a la agente para resistir, para seguir adelante. Y, en tercer lugar, veo tanta violencia y odio este año. Enseñemos a las nuevas generaciones a vivir en paz, abandonemos este odio, esta violencia. Esto se puede hacer donde estemos, en Ucrania, pero también afuera. Que estas guerras nunca vuelvan a suceder.
Apoyo a las actividades de Caritas Spes
Desde el inicio de la guerra, gracias a los fondos recaudados como parte de la acción desarrollada por la Coordinación de Emergencias del Movimiento de los Focolares, AFN y AMU se ha brindado asistencia con alimentos y artículos de primera necesidad a la población que huía, a través de acciones coordinadas por Caritas – Spes. En una fase sucesiva se sostuvo la actividad de Caritas-Spes de asistencia directa a la población de desplazados internos en los centros de Yablonitsa en los Cárpatos, en la región de Ivno-Frankivsk y Bryukhovychi cerca de Lviv. Contemporáneamente con la diócesis de Kamianets-Podilskyj se inició la reestructuración de un centro polifuncional adecuado para niños para ser utilizado para la atención diurna, refuerzo escolar y psicológico para niños y madres, a través de diferentes actividades recreativas. En los primeros meses del 2023 se abrió una nueva fase, pasando a prestar asistencia sanitaria y apoyo psicológico en la región de Kiev a residentes y desplazados de las regiones limítrofes, a quienes se garantizan visitas médicas y pruebas diagnósticas en tres ambulatorios fijos y en una clínica móvil que funciona en la región. Continúan las primeras ayudas asistenciales iniciadas en la fase inicial de la intervención.
Acogida a personas ucranianas en Italia
Además del programa de acogida de madres refugiadas de Ucrania y sus hijos en Cosenza (SF 11 2022), gracias a los fondos recaudados por la Coordinación de Emergencia de Movimiento de los Focolares, la Cooperativa Intra y el Instituto comprensivo “Guiso D’Orso” han lanzado una importante iniciativa de mediación lingüístico-cultural para los niños que huyen de la devastadora guerra que asola el territorio ucraniano desde hace más de un año. Las acciones continúan con excelentes resultados y se planifican en el tiempo para garantizar el mismo nivel de aprendizaje para todos los niños, facilitar la integración escolar y social. Desde el inicio del proyecto se ha podido apreciar un crecimiento humano en los niños y mejoras en la comprensión del idioma italiano, lo que les ha permitido aumentar la propia autoestima, adaptarse, integrarse y desarrollar la capacidad de relacionarse con otros niños.
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