Por Gio Francisco – Embajador por un Mundo Unido [Manila, Filipinas]

La ONG New Humanity y su sector juvenil, los Jóvenes por un Mundo Unido, se unen con alegría al resto del mundo para celebrar este año el Día Internacional de la Juventud 2023.

En los últimos años, hemos visto un cambio de mentalidad a favor de una mirada más consciente hacia nuestra casa común. Las experiencias personales de cambios drásticos en la temperatura global y su impacto en diversos aspectos de la vida humana, acompañadas de las advertencias de los científicos, nos han llevado a una mayor conciencia de que responder a la crisis climática ya no es una opción, sino una necesidad. Gobiernos, comunidades y particulares han tomado diversas iniciativas para contribuir a esta causa. Entre ellas se encuentran 15 comunidades cuyas acciones climáticas se están llevando a cabo con la ayuda financiera de la ONG New Humanity y sus socios.  Tales proyectos incluyen la construcción de un sistema de tratamiento de aguas residuales domésticas que incluye la posibilidad de reutilización agrícola en Petrolina, Brasil, la formación de estudiantes y amas de casa para producir envases biodegradables en Cotonú, Benín, y la implantación de un sistema de forraje verde hidropónico en una granja de conejos que forma parte del programa de un centro de rehabilitación para jóvenes con problemas de adicción en Ciudad de México, México, entre muchos otros. Valoramos enormemente estas colaboraciones y todos los esfuerzos, especialmente los liderados por jóvenes, que apoyan, fomentan y ejecutan acciones locales que conducen a un impacto global.

Por desgracia, aunque son esfuerzos hermosos, son insuficientes. Muchas personas siguen limitando su preocupación por el planeta a un mero sentimiento. Tal vez, no saben cómo empezar o cómo llevar a cabo una idea que ya se les ha pasado por la cabeza. El tema de la celebración de este año, «Habilidades ecológicas para los jóvenes: Hacia un mundo sostenible» marca una dirección que puede guiarnos. Nos ofrece un camino por el que caminar y empezar a actuar si aún no lo hemos hecho. Las competencias ecológicas son un conjunto de aptitudes compuestas por el espíritu empresarial, la innovación y el pensamiento analítico, basadas en un profundo conocimiento del papel que desempeñan la ciencia y la tecnología para determinar estrategias creativas que nos ayuden a combatir los retos de la crisis climática y a conseguir un planeta más sano (Kamis et al., 20161; Kamis et al., 20172).

Esta celebración, por tanto, nos invita a mejorar y reciclar las competencias de los jóvenes, no sólo para que estén preparados para trabajar y asegurar su futuro personal, sino también para que adquieran competencias ecológicas que fortalezcan el futuro de la humanidad y de nuestro hábitat. Debemos revisar hasta qué punto la formación en competencias ecológicas está integrada en los distintos sistemas educativos de todo el mundo y buscar formas de que dicha formación pueda ofrecerse también fuera del sistema escolar para garantizar la accesibilidad y la inclusión. Además, es igualmente importante fomentar las competencias ecológicas de todos, ya que seguimos enfrentándonos a la presión de acercarnos antes de que los efectos de la crisis climática empeoren y se vuelvan irreversibles. Según el informe 20223 del IPCC, sólo tenemos hasta el año que viene para que las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero alcancen su nivel máximo y estas emisiones deben reducirse sustancialmente para 2025. Este es un periodo crucial de la historia en el que se nos ofrece la oportunidad de superar la crisis que nosotros mismos hemos provocado. La mentalidad y el corazón no bastan para lograr un futuro más sostenible. También necesitamos las competencias adecuadas. El tiempo se acaba. Es hora de actuar.