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En Siria, Tammam puede volver a tener esperanza
Por la redacción de Azione per un Mondo Unito (AMU)
La nueva guerra en Medio Oriente, que afecta principalmente a la Franja de Gaza, agrava también la tensión en otras zonas cercanas, donde la guerra causa sufrimiento en la población más inocente, pero donde es posible encontrar también ocasiones de una esperanza, hecha de fraternidad, de aceptación, de muchos pequeños hilos tejidos por una comunidad que no se rinde.
En Siria, por ejemplo, en las incursiones de los últimos días han muerto al menos diez personas, todas civiles, decenas de heridos y graves daños materiales. Consideremos que en 2023 hubo casi 800 ataques en el norte del país por parte del ejército turco. En estas condiciones, en Siria casi nadie tiene acceso a la atención médica que muchas veces es esencial para la recuperación. Pero si hoy Tammam puede proyectar su futuro es también gracias al apoyo de Semi di Speranza (Semillas de Esperanza) y el trabajo de AMU, expresión de esa comunidad que no se rinde.
Tammam es una joven muchacha de 23 años que vive en la aldea de Al-Aliyat, al suroriente de Homs. Proviene de una familia pobre, su padre trabaja en el campo. La vida no fue fácil para ella.
En 2018 le diagnosticaron insuficiencia renal crónica, lo que la obligó a afrontar un largo y agotador tratamiento desde el punto de vida físico, pero también psicológico y económico. La enfermedad cambió su vida: ella misma lo admite. Estaba estudiando para obtener su grado de secundaria cuando este repentino vuelco llegó a su vida diaria y durante un año tuvo que dejarlo todo suspendido.
La diálisis la obligaba a ir a Homs dos veces por semana. Un paso que ciertamente no fue fácil en la Siria actual, que también suponía una “carga” económica que pesaba mucho sobre los escasos ingresos de su familia. Ya habían tenido que afrontar una situación similar años atrás, cuando la hermana de Tammam había padecido la misma insuficiencia renal. Pero luego se sometió a un trasplante de riñón lo que le ha permitido vivir una vida normar desde entonces.
Desafortunadamente, las condiciones de la sociedad siria ya no son las que eran y quienes, como Tammam, deberían recibir tratamiento no pueden: el precio de las medicinas al igual que el costo de los transportes de una ciudad a otra son muy altos.
Tammam necesitaba ayuda, por lo que acudió al Centro Semi di Speranza de Homs, donde encontró apoyo económico para continuar el tratamiento pero también un ambiente familiar que le dio seguridad y confianza en el futuro. Hasta que también para ella llegó la gran oportunidad: la operación de trasplante de riñón, que afrontó con gran valentía.
Después de la cirugía, Tammam sabe que se han abierto nuevas puertas de esperanza en su vida. Ha retomado sus estudios universitarios, ahora cursa su último grado y sigue adelante con la confianza de poder hacer realidad sus sueños: enseñar y formar una familia. Los operadores de Semi di Speranza dicen de ella: “Lo que nos ha impresionado la primera vez que Tammam vino a visitarnos fue su sonrisa, a pesar de todo el dolor y todo el cansancio causado por el tratamiento de diálisis”.
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