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“Debemos tomar nuestras oraciones y transformarlas en acciones”
Conversamos con John Mundell, responsable de Mundell & Associates, Inc., una consultora ambiental de Indianápolis (IN), Estados Unidos. Una vida puesta a disposición del medioambiente y de la conversión ecológica.
John Mundell es un ingeniero ambiental que vive en Indianápolis (Indiana, Estados Unidos) donde se encuentra su consultora ambiental Mundell & Associates, Inc. Es esposo de Julie, padre de 4 hijos y abuelo de 4 nietos.
Él cuenta que probablemente la “semilla” del cuidado del medioambiente en él, nació cuando tenía 13 años. “Participé de una jornada por el Día de la Tierra, limpiando la contaminación, las calzadas cerca de mi escuela. Al final de ese día sentía mucha alegría. Me dio mucha felicidad ver cómo podíamos limpiar la Tierra”.
Pasados algunos años e inspirado por los grandes personajes que estudiaron en la Universidad de Purdue (West Lafayette, Indiana), como Neil Armstrong (primera persona en pisar la luna), diferentes ganadores del Premio Nobel, etc. se decidió por estudiar Ingeniería. Y descubrió que Purdue tenía un estudio especial que fusionaba la ingeniería y la geología, denominado Ingeniería Geológica.
“En ese momento me interesaba más poner carreteras, construir presas, rascacielos y cualquier cosa que tuviera que ver con poner y tratar cosas en la Tierra”, explica Mundell. Hasta que en las noticias empezaba a emerger el tema de la contaminación.
Limpiar años de contaminación: “Ese era el reto”.
A finales de los años 70 el escándalo de “Love Canal”, un barrio de las Cataratas del Niágara construido sobre un vertedero aparecía en los diarios y noticieros. La contaminación química generaba noticias todos los días. Y allí comenzaba a florecer la semilla que había sido plantada en John cuando tenía 13 años.
“Pensé que ésta era una oportunidad. Me interesaba la tierra y tenía este deseo de ayudar al medioambiente. Y así fue, que me convertí en uno de los primeros ingenieros ambientales de los Estados Unidos y comencé una carrera desde muy temprano. La idea era ayudar a limpiar toda esa contaminación que se había puesto en la tierra durante los últimos cientos de años. Ese era el reto”. Y de eso se trataron los primeros años de John en ese aspecto.
Pero luego el trabajo y sus objetivos fueron evolucionando: no se trata solamente de remediar, sino de buscar soluciones y energías limpias para evitar que se produzca la contaminación desde el origen.
Limpiar el pasado, predecir el futuro
“Como ingenieros, miramos hacia atrás en los datos recogidos en los últimos 100 años, y luego tratamos de predecir el futuro. El cambio climático afecta a todo en la tierra. Afecta a la cantidad de lluvia que se producen en diferentes partes del mundo. Causa inundaciones en los ríos, la subida de los mares, y todo ello plantea retos de ingeniería”, aclara John, “Eso ha sido muy difícil con el cambio climático. Ya no podemos limitarnos a mirar hacia atrás. Tenemos que mirar hacia adelante para hacer frente a algunos de estos desafíos, y algunas de las tecnologías que estamos utilizando hoy en día implican el aprendizaje automático y la inteligencia artificial para ayudar a predecir cosas que nunca han sucedido antes”.
Es evidente que a John los desafíos lo motivan y, como buen ingeniero, ama buscar soluciones. Sin embargo, él también admite que “es un momento difícil y uno de los mayores desafíos es conseguir que la gente se despierte y se dé cuenta de que éste es el problema de nuestros días y que tenemos que cambiar no sólo nuestra forma de vivir, también como sociedad”.
La encíclica Laudato Si’ y la conversión ecológica
“Nunca sabes qué puede pasar cuando un Papa lanza una comunicación”, bromea John y continúa, “cuando me enteré de que era una encíclica sobre el medioambiente, me emocioné. Pero no sabíamos cómo iba a incorporar este tema como un tópico de la vida diaria. ¡Puedes imaginarte mi entusiasmo cuando empecé a ver que los primeros capítulos trataban de cómo estaba la tierra hasta ese momento! La encíclica estaba llena de ciencia, ingeniería y análisis. Me sorprendió la voluntad del Papa de consultar a quienes le rodean y de fundamentar este llamamiento a proteger también el planeta, a cuidar la creación”.
Sin embargo, hay una cosa que llamó todavía más la atención a John, como a tantos otros: “el llamamiento que hizo a la conversión ecológica para cambiar nuestro estilo de vida. Lo que estaba escribo ahí hablaba de cómo esto afecta a cada uno de nosotros y en cómo vivimos realmente nuestra fe y cómo vivimos en la sociedad”.
“Tomar nuestras oraciones y convertirlas en acciones”
Un ingeniero que habla de conversión no es algo de todos los días… por eso nos pareció clave preguntarle qué es para él la “conversión ecológica” ya que este es el pilar de nuestra campaña Pathway “#daretocare – las personas, el planeta y nuestra conversión ecológica”. Su respuesta fue muy concreta: “cuando alguien dice ‘me he convertido al cristianismo’, por ejemplo, significa que ha cambiado su sistema de creencias. Es muy raro que hablemos de una conversión asociada a otra cosa. Lo que creo que es diferente aquí es que ésta no sólo es una conversión del corazón y la mente, sino también de las manos y las piernas”, explica John.
“El Papa nos pide una conversión ecológica porque es necesaria. Estamos todos juntos en esto y esta conversión tiene que ver con elementos de acción. Ya no podemos limitarnos a pensar o rezar o sentarnos al margen y observar lo que ocurre. Tenemos que tomar nuestras oraciones y pensamientos y convertirlos en acciones. Y eso es lo emocionante de la conversión ecológica. Es una conversión de acción, no sólo una conversión del pensamiento”.
La conversión ecológica es una conversión en acción. Por eso, aprovechamos esta oportunidad para invitarte a sumar tu #PlanetPledge (Compromiso con la tierra) haciendo click aquí para hacer visible y concreta tu conversión ecológica, junto a la de tantas otras personas.
Aquí la entrevista completa con John Mundell: