El 4 de febrero se celebra en todo el mundo la Jornada Internacional de la Fraternidad Humana, instituida por la Naciones Unidas en 2020.

El 4 de febrero del 2019 el Papa Francisco y el Gran Imán de Al-Alhar, Ahmeh AlTayyeb, firmaban en Abu Dabhi el histórico Documento sobre la fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común. Desde ese acontecimiento, en el mundo y a lo largo de los años, han surgido distintas iniciativas para evidenciar la necesidad y la urgencia de la paz y del diálogo entre los pueblos, considerando las diferentes confesiones religiosas, no como un obstáculo, sino como una oportunidad para intensificar la colaboración y el entendimiento común para el bien del mundo. Nunca, como ahora, aquella intuición ha sido profética.

Una de estas iniciativas es la institución en 2020, por parte de las Naciones Unidas, de la Jornada Internacional de la Fraternidad Humana, que se celebra cada año en el aniversario de la firma, precisamente el 4 de febrero. Al igual que el Premio Zayed por la Fraternidad Humana, un reconocimiento anual, independiente e internacional, que premia individuos o entidades en todo el mundo que dan ejemplo, colaborando desinteresada e incansablemente para superar las divisiones y crear verdaderas relaciones humanas, a menudo con grandes sacrificios personales.

“Es cierto que las religiones no tienen fuerza política para imponer la paz, pero al transformar al hombre desde dentro, al invitarle a desprenderse del mal, le guían hacia una actitud de paz. Las religiones tienen, pues, una responsabilidad decisiva en la convivencia de los pueblos: su diálogo teje una red pacífica, repele las tentaciones de desgarrar el tejido civil y libera de la instrumentalización de las diferencias religiosas con fines políticos”.

(Papa Francisco, video mensaje en ocasión de la tercera Jornada Internacional de la Fraternidad Humana 2023)

En ocasión de esta Jornada les queremos dar a conocer la historia de Mamá Shamsa, ganadora del Premio Zayed 2023.

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Mama Shamsa e i suoi mille “figli”