Manuel Macadamia, un joven director milanés, habla sobre el trauma causado por la violencia que presencian los menores. Lo hace a través de un corto animado, en colaboración con un grupo de psicólogos.

«La violencia asistida, es decir, aquella que un niño o una niña ve, aún sin sufrirla directamente, crea traumas que permanecen grabados por mucho tiempo», Manuel Macadamia, director milanés de 25 años, explica así la temática de su nuevo cortometraje animado. Tras la formación teatral, ahora trabaja sobre contenidos audiovisuales y este es su primer producto animado. Fue realizado con la técnica del frame by frame, (fotograma a fotograma), es decir dibujando manualmente más de un centenar de aquellos pequeños cuadros, con un trabajo de unos siete meses. Todo este trabajo porque la motivación era grande: dar a conocer el tema aún muy poco conocido de la violencia doméstica asistida por niños.

«Todo empezó porque descubrí que una persona a la que quiero mucho vivía en estos contextos -explica Manuel- y al informarme más, descubrí que lamentablemente es un fenómeno muy frecuente. No hay que avergonzarse, pero hay que hablarlo para poder superar el trauma». El término “violencia presenciada” indica una forma de violencia que el niño o niña presencia, mientras se inflige a una persona de referencia. Desafortunadamente, esto puede conducir a consecuencias de tipo «físico, cognitivo, comportamental y sobre capacidades de socialización», como se informa en el sito italiano Save the Children[1]. A menudo estos niños tienen consigo un miedo constante, un gran sentido de culpa, al igual que ansiedad, tristeza e ira. Pero el hecho que más impactó a Manuel es este: en los niños que presencian actos de violencia doméstica existe “un alto riesgo de transmisión intergeneracional de la violencia[2]». Es decir, existe la posibilidad de que se desencadene un círculo vicioso, en el que quienes han presenciado violencia repitan la misma conducta. Así es como Manuel se convence de la importancia de concientizar. «Obviamente no se trata de una visión determinista: -especifica- si sucedió que presenciaste este tipo de violencia, ¡no está dicho que te convertirás en una persona violenta! Pero muchas veces, para superar este trauma, es necesario reconocerlo, hablar sobre esto, y trabajar en uno mismo durante años, con la ayuda de profesionales».

Como verán, este cortometraje se centra mucho en las sensaciones. No explica con palabras qué es violencia presenciada; más bien, trata de dar vida a las emociones a través de imágenes, que no tienen contenidos explícitos de manera que cualquiera pueda verlos. «Creo que una característica de nosotros los seres humanos es la empatía – explica el director- Si logramos crear un vínculo empático con las personas, entonces tal vez se interesen más en ciertos argumentos».

Sin embargo, Doorbell, no es solamente un cortometraje: de hecho, de él nació un verdadero proyecto, en colaboración con un grupo de psicólogos. El objetivo es acompañar el video con momentos de diálogo y discusión. Durante el festival de la filosofía en Modena, que se realizó el pasado mes de septiembre, el cortometraje fue visionado por algunos grupos de personas y Manuel cuenta: «Después de haberlo visto, todos querían detenerlo para poder hablar. Fue un gran resultado. Espero que este proyecto represente una pequeña gota para romper la cadena».

El cortometraje animado:

[1] https://www.savethechildren.it/blog-notizie/cos-e-la-violenza-assistita-e-quali-le-conseguenze-sui-bambini

[2] https://www.savethechildren.it/blog-notizie/i-segnali-della-violenza-domestica-e-come-riconoscerli