Por Annamaria Carobella

El curso “El arte que genera. Detrás de escena con Gen Verde”. Desde el descubrimiento de la obra artística hasta la recolección de los frutos.

El 18 de septiembre a las 20:30 comenzó el curso de formación online, promovido por Città Nuova y realizado por el Conjunto Internacional Gen Verde, con sede en Loppiano -Incisa Valdarno (Florencia). Es un conjunto exclusivamente femenino, compuesto actualmente por 19 artistas de 14 países distintos.

Nacido en 1966, con más de 50 años de actividad, ha publicado 70 álbumes en 9 idiomas y ha dado vida a producciones artísticas, conciertos, musicales, sin olvidar las actividades docentes y formativas dirigidas a los jóvenes a través de talleres y cursos específicos.

En la primera lección, que trataba sobre “Trabajo creativo”, asistieron 46 participantes. Hubo curiosidad, emoción y espera para esta oportunidad de reflexionar sobre el rol del artista y sobre la creatividad, había una atmosfera de gran libertad donde cada uno podía expresar lo mejor de sí mismo. Nancy de Estados Unidos, Colomba de Corea, Jamaica de Brasil nos condujeron a su mundo.

El artista tiene un trabajo arduo, el de escuchar una inspiración, que nace en un momento mágico. Es necesario que el artista sea capaz de soñar y de mirar en profundidad, de dar su alma para transmitir cosas verdaderas, bellas, que toque los corazones y comuniquen alegría y esperanza.

Fuimos de Gira con el Gen Verde para comprender cómo nacen sus canciones y las bases de su proceso creativo.

• Preparación: búsqueda de las ideas, escucha, estar de acuerdo al interno del grupo.
• Recolección de observaciones, imágenes, emociones, frases clave, ideas musicales.
• Contar una historia a través de la música: preguntarse a quién se quiere llegar, qué se quiere expresar.
• Escucharse ellas mismas, reflexionar, recogerse interiormente, luego confrontar las propias ideas con las de las demás porque la diversidad es un don.
• Escritura: Escribir todo lo que viene en mente, buscar el señuelo, es decir una frase, una palabra que quede grabada.

Se tienen que encontrar ritmos, lenguaje y música. Se puede probar dolor, un sentido de fracaso cuando no es aprobada la propia idea por el grupo, se comprende que decir menos es más fuerte en un juego continuo de dar y recibir. Si cada una está abierta, la creatividad no se sofoca. ¡Hay que saber verse nuevos!

• Realización: el fragmento está listo, por lo que se puede escribir la canción. Luego será interpretado y escuchado, el arreglo es como un vestido final.

Quedamos realmente impresionados con lo que recibimos y donamos porque, al regresar de la Gira durante la que entramos en sus ambientes, escuchamos algunas de sus canciones y una pieza de concierto, se abrió un espacio para expresar impresiones, hacer preguntas tanto en el chat como directamente y decir un gracias enorme.

Esta primera lección, algún tiempo después, tuvo este fruto de una participante que escribe así:

Querido Gen Verde,

Tengo 15 niños de 10 a 15 años, un pequeño coro que anima la misa de los niños, a la que también asiste mucha gente. Como también cantamos canciones compuestas por ustedes, en el ensayo del sábado dije lo que había aprendido en la primera lección. Me escucharon muy sorprendidos e interesados. Los puntos destacados fueron:

1) Trabajar en equipo, escucharse unos a otros y no perder el tiempo.

2) El ensayo de los cantos debe ser un momento hermoso porque debemos ayudar a la Asamblea a orar mejor y a tener alegría.

3) La partitura oculta del canto es la liturgia, por tanto algo sagrado.

Puedo asegurarles que pasamos un momento hermoso y nos amamos. En la Misa del 22 de septiembre cantamos con increíble solemnidad y alegría. ¡Muchos nos agradecieron y hasta el sacerdote nos ofreció helado!

Puedo concluir con las palabras de Marc Chagall: «En nuestras vidas sólo hay un color que da sentido al arte y a la vida misma. ¡El color del amor!».

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