Del 4 al 8 de mayo, en plena Semana Mundo Unido, la banda internacional Gen Rosso regresó a Bosnia y Herzegovina, para encontrar a las personas conocidas en octubre 2021 e iniciar la segunda fase del proyecto dedicado a los migrantes que eligen la, así llamada, “ruta balcánica”. Nuestra historia en la semana en que se celebra la Jornada Internacional del Prófugo.

«Fue como regresar a lugares familiares-, dice Michele Sole, voz italiana del Gen Rosso- pero esta vez hemos llegado al campo de prófugos más grande de Lipa, en el cantón de Una Sana, en el noroeste de Bosnia-Herzegovina».

Demos un paso atrás. La aventura de la banda internacional Gen Rosso en Bosnia y Herzegovina había comenzado en octubre 2021 cuando, gracias a la colaboración del Jesuit Refugee Service (Servicio Jesuita de Refugiados), pudieron visitar a los refugiados huéspedes en el centro de acogida para familias de Boricí, en la frontera con Croacia, y realizar también con ellos algunos talleres de música y danza. Sobre todo, pudieron tener la oportunidad de manifestarles su cercanía y solidaridad a estas familias, uniendo sus voces a aquellas de los que quieren atraer la atención de Europa sobre la inhumanidad de las condiciones de vida a las que se ven obligados los migrantes en la ruta de los Balcanes.

Del 4 al 8 de mayo de 2022, los artistas volvieron a tener la oportunidad de encontrarse con los prófugos, conocer sus historias, acoger sus desahogos, sus esperanzas. Michele Sole recuerda: «Un muchacho proveniente de Pakistán nos confió: «Nos dan energía para seguir adelante… No queremos dejar de vivir. ¡Tenemos muchos problemas en la cabeza, pero con ustedes, con las actividades que nos proponen, nos sentimos empujados a ir adelante, a estar más motivados para vivir!».

El principal objetivo del viaje era, una vez más, dar esperanza y calidez, a través de la música y la danza: «También teníamos programado un gran concierto en streaming, pero debido a las graves dificultades técnicas vinculadas a la infraestructura del territorio no logramos transmitirlo».

A pesar de esta dificultad, el Gen Rosso pudo realizar no uno sino dos conciertos en vivo, presenciales, en el Instituto Escolástico «Juan Pablo II», una escuela en Bihać”. Los dos conciertos fueron precedidos por talleres de danza y canto, que permitieron involucrar en el concierto algunos de los alumnos del Instituto. Durante los conciertos, entre el público, estaban presentes algunos migrantes provenientes de Pakistán, Afganistán e Irán. «Fue la manera de poder integrar a todos, de hacer experimentar a estas personas cuán importante es el don de compartir fraternamente con esta parte de humanidad de sufre», agregó Michele Sole.

Muchas impresiones compartidas por las personas presentes. Reportamos algunas de ellas enseguida:

No sé lo que me sucedió esta mañana, pero sentía que sus canciones, su música me entraba profundamente. Me sentí conmovida y afortunada de estar aquí. Me dije que me gustaría irme con el Gen Rosso, ser el Gen Rosso. Una mujer musulmana.

Gracias, gracias realmente, por la pasión y la esperanza que nos han dado, el canto ha sido muy bello. Agradezco a ustedes y a su banda. Un muchacho afgano.

Queridos miembros del Gen Rosso, gracias desde lo profundo de nuestro corazón por haber embellecido nuestra vida con su presencia entre nosotros. Irradian tanta bondad y felicidad que fácilmente se transmite a todos. El concierto ha sido algo especial. Esperemos sinceramente que nos podamos encontrar nuevamente. Ha sido un gran honor y gusto para nosotros que hayan estado en nuestra escuela. Los empleados y los alumnos del Instituto Escolástico “Juan Pablo II” de Bihać.

El Gen Rosso regresará a Bosnia a finales de julio y en su gira irá también a Sarajevo.