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Cuba, la Economía de Comunión para «encender» las ideas
Lumen es una de las pequeñas empresas participantes en el Hub-EdC de Cuba que nace con la idea de que la economía puede estar centrada en la persona.
Arianna y George tuvieron la idea de Lumen porque buscaban una actividad que les pudiera dar un ingreso económico, pero que también fuera “especial”. De ahí la idea de hacer lámparas con materiales reciclados para “iluminar” también los corazones.
“No sabíamos muy bien cómo empezar porque teníamos mucha información general, pero nada concreto. Después de participar en una reunión de Economía de Comunión, inmediatamente dijimos que ese era nuestro modelo, porque no se trataba solo de tener un negocio, era mucho más”.
“Habíamos creado el proyecto pensando en cómo tener un ingreso, pero una vez caminando por las calles nos dimos cuenta de que La Habana estaba a oscuras y nos preguntamos ¿por qué no hacer lámparas diferentes, que puedan iluminar más la ciudad? Con la EdC la perspectiva de la empresa cambia por completo ya que ya no se trata solo de ganar, sino de poner a la persona en el centro; la idea era hacer una lámpara pensando en el otro”.
“Una de las cosas que consideramos, además de trabajar con materiales reciclados, fue transmitir un mensaje y, para ello, inmediatamente nos encargamos de la comunicación. Teníamos un amigo dramaturgo a quien le pedimos que revisara nuestras publicaciones y materiales. Le gustó la idea e inmediatamente se enamoró de ella. Luego, con la pandemia ya no pudo sostenerse con el teatro, lo llevábamos a trabajar de manera continua”.
Se actualizó en técnicas de escritura y comunicación y hoy, además de trabajar para nosotros, es buscado por muchas empresas. Al no poder atender a todas, creó un curso para capacitar a otras personas, brindándoles una nueva oportunidad laboral.
En estos cuatro años Arianna ha tenido que aprender mucho sobre iluminación y George ha logrado construir algunos instrumentos aptos para sus creaciones que no se encuentran fácilmente en Cuba.
“La buena noticia es que fueron cuatro años intensos pero fructuosos. Queríamos hacer algo que nos gustara, y lo hicimos. Con pasión y creatividad se pueden realizar muchas cosas. Y ahora estamos orgullosos de esto”.
“Uno de los motivos que nos ha atraído de EdC es que sientes que hace parte de ti. Desde cuando nos hablaron de EdC, entendimos que podíamos identificarnos con algo que sentíamos y que antes no sabíamos expresar, el simple deseo de poder ayudar también a las personas sin recibir nada en cambio, ver a los demás felices como nosotros mismos somos felices. Ahora lo que hacemos lo podemos identificar con este nombre: Economía de Comunión”.
Ayuda a las empresas de Economía de Comunión en Cuba.
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