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Gen Rosso en Mongolia: compromiso social a través de la música

 
20 diciembre 2024   |   Mongolia, Arte, Gen Rosso
 
Gen Rosso - Mongolia
Gen Rosso – Mongolia

Una historia, con testimonios directos, del viaje del grupo Gen Rosso a Mongolia para seguir un camino de música, pero también de encuentros y de cercanía con los menos afortunados, con los que se encuentran en grandes dificultades.

El Gen Rosso ha hecho muchos conciertos en todo el mundo. Sin embargo, nunca hubo uno en Mongolia. Pero hace sólo unos días el grupo artístico internacional vivió una experiencia de arte y de humanidad que encontró su culmen en la capital Ulán Bator, el 1° de diciembre de 2024, cuando el histórico grupo nacido en Loppiano en 1966, en el seno del Movimiento de los Focolares ( por deseo de la fundadora, Chiara Lubich) realizó un extraordinario concierto principalmente en inglés, pero con algo de italiano y portugués, y la interpretación de una estrofa de una de sus canciones, “Speranze di Pace” (Esperanzas de paz), en idioma mongol.

Nos encontramos con algunos miembros del Gen Rosso y con su ayuda intentamos contar esta gran experiencia deseada por el Cardenal Giorgio Marengo, Prefecto Apostólico al frente de la joven y vivaz Iglesia católica en Mongolia, con alrededor de 1.500 bautizados en una población de tres millones y medio de habitantes.

Gen Rosso in Mongolia
Gen Rosso in Mongolia

«Recibimos la invitación del Cardenal Giorgio Marengo – nos dijo Adelson De Oliveira, cantante brasileño – y estábamos entusiasmados y felices por la posibilidad que se presentaba. Por primera vez, el Gen Rosso viajó a Mongolia» para encontrarse con esa «Iglesia joven formada por jóvenes – como la definió Marengo – que necesita una lengua «joven» para hablar a la gente. Por eso hemos pensado en un concierto que incluiría también – prosiguió el Cardenal – a los jóvenes locales a través de talleres de danza y canto».

En realidad, no se trató sólo de una actuación, sino de un trabajo del Gen Rosso que duró días, en el que la palabra «laboratorio» fue fundamental, pues, como se explica en el comunicado de prensa sobre el viaje del conjunto a Mongolia, «Nuestro deseo es siempre promover e inspirar, a través de talleres y encuentros con las personas, una cultura de paz y hermandad, basada en los valores de compartir y tolerancia».

Los talleres formaron parte del proceso de preparación del concierto, con compromiso y esfuerzo, pero también emociones, bonitas sorpresas y nuevas y maravillosas relaciones. Fueron 125 jóvenes inscritos en los distintos talleres de Baile Hip Hop, Broadway, Party Dance y Canto Coral, creados con el objetivo de promover el intercambio cultural y la unión entre los jóvenes, preparándolos artísticamente para una actuación de alto nivel dentro del concierto.

«En los 12 días de nuestra estancia en Mongolia – nos explicó Dennis Ng, cantante filipino – lo más hermoso fue el contacto directo con el pueblo mongol, especialmente con los jóvenes. Fue destacable su disponibilidad, su escucha y su deseo de participar en los talleres. Ellos aportaron una contribución fundamental al ambiente de amistad y respeto que se creó inmediatamente. Lamenté no poder expresarme en su idioma: no poder comunicar libremente el encanto y el respeto por su cultura», dijo Dennis, pero el lenguaje del arte rompe todas las barreras, y la «presentación artística de los grupos de danza en el escenario – prosiguió – fue una verdadera explosión de alegría y armonía. Esto se notó especialmente en los chicos con discapacidad, que participaron junto con otros en la representación final. Además, el grupo de canto coral logró traducir a su propio idioma y posteriormente cantar buena parte de una de las canciones más significativas de Gen Rosso “Speranza di Pace».

Durante su experiencia a lo largo de estos años con el histórico grupo musical, Dennis Ng ha «conocido a jóvenes de 35 países diferentes» y a partir de su larga experiencia nos ha ofrecido una reflexión alentadora: «Los jóvenes, en todo el mundo, tienen muchas cosas en común, incluido el hecho de que, si se miran, se escuchan y se aprecian sin segundas intenciones, simplemente por lo que son, son capaces de resaltar cualidades inesperadas».

Algunos recuerdos del gran concierto del 1° de diciembre, aquel en el escenario de la » Corporate Concert Hall «, nos los ofreció el propio Adelson De Oliveira: «Fue hermoso, de gran impacto y sobrecogedor, lleno de creatividad y armonía. Emociones que cuanto más permanecen en mi corazón, más se refieren a las caras felices de todos los chicos que conocimos».

Pero los conciertos de Gen Rosso, como ya hemos mencionado, nunca son sólo música y arte. También son compromiso social. Por eso son importantes los encuentros en Mongolia con los niños y los ancianos, los estudiantes y las personas más solas y abandonadas. En particular, cabe recordar a aquellos con algunas realidades sociales e institucionales del territorio, como los niños huérfanos del «Centro de Atención Verbist», con quienes el Gen Rosso cantó y bailó y entregó obsequios dando felicidad, y el almuerzo organizado con los «sin techo» en la «Casa de la Misericordia», el refugio que ofrece comida y techo a más de 80 personas cada semana.

Helanio Brito, cantante, también brasileño, nos habló del primer momento, partiendo de esta premisa: «Gen Rosso quiere estar presente donde hay gente, en todas partes. En su casa, en su trabajo. Especialmente en los corazones de quienes están al margen de la sociedad. Queremos estar con la gente, sin excluir a nadie, tratando a todos por igual, con amor».

Luego, Brito se adentró en la experiencia de la visita al orfanato y la Casa de la Misericordia: «Para mí fue una oportunidad única de llevar esperanza, hermandad y mucha alegría a través de nuestros cantos y nuestra presencia. Fui allí con la intención de ser una mirada amorosa para cada uno de esos chicos que no tuvieron la suerte de crecer en una familia natural. Una experiencia – prosiguió Brito – que me conmovió profundamente: me sentí edificado y lleno de gratitud por haber sido un pequeño regalo para aquellos niños y sus educadores».

Una mañana de la larga gira del Gen Rosso en Mongolia estuvo dedicada al encuentro con los artistas del país: «cantar y tocar juntos, utilizando también sus instrumentos étnicos, pertenecientes a sus tradiciones y cultura, fue muy enriquecedor, además de ser un signo de compartir concreto a través del lenguaje universal de la música.

El último día – se lee nuevamente en el comunicado – lo dedicamos a un encuentro oficial en la Embajada de Italia en Mongolia con la Embajadora Giovanna Piccarreta, quien expresó toda su felicidad por haber tenido al Gen Rosso en Ulaan Baatar en representación de Italia, sede oficial del Grupo Internacional».

Para todos aquellos que no pudieron seguir al Gen Rosso en Mongolia, para saber cómo les fue y replicar la experiencia, están invitados a pasar dos días en Loppiano, el 27 de diciembre, participando en los talleres, y al día siguiente, sábado 28 de diciembre, al gran concierto de Gen Rosso en el Auditorio, a las 21.00 horas.

Acto de celebración del 60º aniversario de Loppiano, primera ciudadela del Movimiento de los Focolares, fundada por Chiara Lubich en 1964.


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