El jueves 15 de octubre se realizó en la Universidad Pontificia Lateranense el evento “Juntos para mirar adelante”, promovido por la Congregación por la Educación Católica sobre el Pacto Educativo Global, para promover un cambio planetario en el ámbito de la educación.

El evento Global Compact on Education (Pacto Educativo Global), impulsado por Papa Francisco, hubiera sido el 14 de mayo pasado y, por causas de público conocimiento, tuvo que ser reprogramado y, como tantos otros eventos, debió cambiar su modalidad. En este caso, este encuentro planetario se realizó el jueves 15 de octubre como una etapa intermedia que buscaba subrayar la urgencia de esta iniciativa y el cuidado y la atención que el Santo Padre tiene por la educación.

El evento, que se realizó en el Aula Magna de la Universidad Pontificia Lateranense y se transmitió en directa a través del canal YouTube de Vatican News, partió con un saludo formal del Rector de esa Universidad, Prof. Vincenzo Buonomo, para dar lugar, directamente al discurso de Papa Francisco, a través de un video-mensaje en el cual remarcó la urgente necesidad de “un proceso plural y multifacético capaz de involucrarnos a todos en respuestas significativas, donde la diversidad y los enfoques se puedan armonizar en la búsqueda del bien común”.

Papa Francisco propuso siete puntos concretos que apuntan a dar respuesta a la cultura del descarte, la segregación, el cambio climático, la discriminación racial y de género, la indiferencia y falta de escucha intergeneracional, la corrupción política y económica, entre otras cuestiones.

El suyo fue un discurso sin desperdicio, esperanzador, fue una invitación a partir “todos juntos, cada uno como es, pero siempre mirando juntos hacia adelante, hacia esta construcción de una civilización de la armonía, de la unidad, donde no haya lugar para esta virulenta pandemia de la cultura del descarte”.

Posteriormente, intervinieron el Cardenal Giuseppe Versaldi y el Arzobispo Angelo Vincenzo Zani – Prefecto y Secretario de la Congregación para la Educación Católica, respectivamente –  que repasaron algunos de los hitos más importantes previos al Pacto Educativo Global, desde septiembre 2019, cuando la Congregación para la Educación Católica comenzó a preparar el evento, ha promovido once conferencias internacionales para profundizar en los diferentes perfiles del Pacto, en colaboración con universidades, academias y centros de estudios. En las conferencias se examinaron temas como la democracia, la paz, la ecología, el diálogo intergeneracional e interreligioso, el aprendizaje al servicio, la formación para la cooperación internacional y un seminario de estudios en Abu Dabii, para profundizar el documento firmado el 4 de febrero 2019 en Abu Dabi entre el Papa y el Gran Imán, Al-Azhar. Instituciones y realidades dedicadas a la educación han llevado a cabo diversas iniciativas, creando experiencias originales que se darán a conocer ulteriormente.

La Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, destacó la crisis educativa mundial agravada por la pandemia que ve a más de mil quinientos millones de alumnos privados de sus aulas: «Necesitamos un nuevo compromiso de la sociedad para una nueva educación, como precisaba el Papa: una educación global, compartida e integral». […] La paz se construye sobre todo a través de nuestras mentes, y la UNESCO – concluyó Azoulay – trabaja todos los días para ello. Para un aprendizaje de calidad y continuo, lejos de prejuicios y promoviendo una sensibilidad común».

Interesante la reflexión de la socióloga Silvia Cataldi, docente de la Universidad de La Sapienza, de Roma, que subrayó:

Este Pacto puede funcionar, si nosotros, como educadores, no sólo como maestros, nos volcamos y volvemos al significado, al verdadero significado de la cultura, que viene del término «cultivar», que también significa cuidar, amar. Y si hablamos de amor, no sólo hablamos de la cabeza, sino también del corazón. Y el amor tiene una dimensión eminentemente práctica, y esto es lo fundamental. La educación es ante todo cuidado y, como dijo Hannah Arent, el cuidado diario es un gesto revolucionario.

Además, y no menor, fue la intervención de algunos jóvenes, como Hiro Tanaka, budista proveniente de Japón y Amen Mohammed Sahnouni, musulmán de Argelia, ambos estudiantes del Instituto Universitario Sophia, en Florencia, Italia:

“Como budista vivo en el diálogo entre religiones y me estimula la invitación del Papa. Entendí que el Pacto Educativo sirve para responder a los desafíos urgentes, porque todos estamos llamados a generar armonía y alianza entre personas e instituciones diferentes. Esto requiere escucha entre generaciones y entre todos los componentes de la sociedad”, dijo Hiro Tanaka, y continuó, “en mi experiencia personal con hermanos cristianos y musulmanes, entendí que la unidad en la diversidad es una llamada a nuestro ser en relación. Si llegamos a ser más transparentes y hacer un vacío para los demás, podemos crecer más juntos. Es un camino comunitario a recorrer para una cultura integral de la fraternidad”.

El joven argelino comentó acerca de la esperanza que subraya el Papa y además invitó al compromiso individual: “800 años atrás un sabio musulmán (Rumi) decía ‘ayer era inteligente y quise cambiar el mundo, ahora soy sabio y entonces cambio yo mismo’. Para cambiar las cosas tenemos que trabajar sobre nosotros mismos«.

El trabajo por el Pacto Educativo Global continúa desarrollándose en cuatro áreas: la dignidad de los derechos humanos; la paz y la ciudadanía; la ecología integral y la fraternidad y el desarrollo. La Universidad de Notre Dame en Estados Unidos, la Universidad Pontificia Lateranense de Roma, la Universidad Javeriana de Bogotá y la Universidad Católica del Sacro Cuore de Milán se dedicarán particularmente al estudio de estos temas. Este trabajo será coordinado por la Universidad Lumsa de Roma, con el objetivo de desarrollar las perspectivas indicadas en el mensaje de Papa Francisco.