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Workshop

Good World Citizen – Buenos ciudadanos para el bien común

 
28 septiembre 2021   |   , ,
 

En Florencia nació una organización sin ánimo de lucro, que quiere llevar a las personas y a los ciudadanos a cooperar para alcanzar un mundo mejor, “una buena idea cada vez”. Hemos hablado con la presidenta, Haifa Alsakkaf.

Es conocido que en la página web de Good World Citizen (buenos ciudadanos del mundo) se destaca un gran escrito: “Por el bien común” como para componer con el título, la frase: “Buenos ciudadanos del mundo para el bien común”. Saliendo de la parte virtual de esta historia, es necesario decir que nos encontramos en la bella ciudad de Florencia, en Toscana. Tengo delante de mí a Haifa Alsakkaf, la presidenta de la organización. Haifa vive en Italia desde 1994, pero llega desde Yemen, un “país bellísimo” el suyo, destrozado por una terrible guerra, ignorada por los medios internacionales. Haifa es musulmana y habla el italiano con aquella cadencia del dialecto toscano. Me explica que el origen de Good World Citizen tiene una historia muy larga, un entrelazarse de experiencias, encuentros y recuerdos. “Si miro hacia atrás, -cuenta Haifa- creo que la semilla la sembró mi padre, Abdulaziz Al-Saqqaf, que fue un activista de los derechos humanos en Yemen, periodista y economista. El creía que la única manera con la cual las personas pueden prosperar es siendo buenos ciudadanos del mundo, en todo el sentido de la palabra. A menudo hablaba conmigo sobre esto, sobre los aspectos interculturales de nuestro futuro común. Y creciendo, sus palabras me acompañaron”. Haifa, aun teniendo una formación académica científica, colaboró a fundar la escuela de árabe de la comunidad islámica de Florencia “Al-Shuruk”. Fundada para enseñar a los niños nacidos en Italia el idioma de su país de origen; hoy es una escuela pública abierta a todos los interesados en estudiar el idioma y la cultura árabe y, al lado del árabe, se enseña también la lengua del país de acogida, el italiano, para facilitar la integración.

Y de esta y de otras experiencias de la interculturalidad nació la idea de la organización “Good World Citizen” (GWC). “Nosotros, como se lee en la página web, aspiramos a un mundo en el que personas de todas las nacionalidades, etnias, culturas, género y formación, tengan iguales oportunidades y responsabilidades para trabajar juntos por el bien de nuestra comunidad global -explica Haifa- nuestra misión es la de inspirar y contribuir a llevar a las personas a cooperar para alcanzar un mundo mejor, con una buena idea a la vez”. Vendría de decir: pequeños pasos posibles hacia un mundo mejor. Todo puede contribuir. También un seminario de literatura comparada. Como el de la semana pasada, que puso en diálogo a un escritor italiano, Vasco Pratolini, con un contemporáneo suyo de Egipto, Nagib Mahfuz.

“Nos interesan todos, en el sentido que todas las personas, cada una en particular, es portadora de muchas riquezas, muchos valores. La idea es poner juntas a las personas, encontrar canales de contacto, de diálogo, de colaboración por un mundo mejor, porque el mundo ya está globalizado, no se puede decir ‘no me interesa lo que sucede en aquella parte’. Precisamente la pandemia es la demostración más clara de esto. No se puede ignorar un hecho que sucede en otro lado sólo porque está lejos. Nos debemos interesar por los demás y crear momentos de encuentro, de diálogo y conocimiento recíproco. Porque no es suficiente ser ciudadanos del mundo, es necesario ser buenos ciudadanos del mundo y hacer no sólo para nosotros sino por el otro, por los otros”.

El equipo de Good World Citizen ya de por sí, es un ejemplo de diálogo y de pequeño “mundo mejor”. Está representado ciertamente el mundo árabe, pero también Brasil, Rusia, China, Italia y también gran parte del continente africano. “Nos une este ideal: “Que todos hacemos parte del mismo mundo, que todos somos seres humanos … Y nos une también el hecho de entender que no podemos lograr nada solos. La nuestra, es una colaboración que no excluye a nadie. Y si a lo mejor no nos encontramos a medio camino, nosotros damos el primer paso para conocer al otro”.

Good World Citizen promueve eventos y proyectos culturales, desde la literatura a la política, también internacionales y temáticas de actualidad como la migración, la educación para la interculturalidad. Entre los proyectos también está la iniciativa GROW, talleres para favorecer la integración de jóvenes trabajadores migrantes, que los forma en sus derechos en el campo laboral y de la salud. “Porque desafortunadamente las irregularidades de muchos trabajadores se deben también a la ignorancia. Y por tanto esta es una de las otras actividades que llevamos adelante en GWC” aclara Haifa.

Después, tenemos un sueño, fruto de la experiencia madurada en el campo de la enseñanza de la lengua árabe con la escuela Al-Shuruk.con GWC quisiéramos llevar adelante un proyecto para la enseñanza de la lengua madre en la escuela pública italiana, de todas las lenguas madre de los jóvenes ciudadanos de origen distinto del europeo. Estas lenguas como el árabe o el chino o el swahili, pueden llegar a ser un recurso educativo, un enriquecimiento. Estamos teniendo nuevos ciudadanos italianos que tienen muchas riquezas, no sólo culinarias -que es más sencillo compartir- sino también culturales en el sentido más amplio. Entonces se necesita tener el valor de aprender también del otro, de relacionarse con él, de conocerlo, no sólo de acogerlo”.


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