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¡Gracias Milonga, gracias voluntarios del mundo!
Por Janeth Cárdenas
Cada año, millones de personas hacen voluntariado en todo el mundo. A ellos se dedica el 5 de diciembre, proclamado por las Naciones Unidas “Jornada Internacional del Voluntariado”. Para celebrarla, descubramos el proyecto de voluntariado internacional “Milonga”, que ofrece oportunidad de voluntariado “fraterno”, intercultural y de calidad a jóvenes entre los 18 y 35 años, en sinergia con el trabajo de organizaciones sociales ya comprometidas en diferentes periferias del planeta.
¿Quiénes son los voluntarios? Personas que deciden salir de su “zona de confort” y actuar donando su tiempo, sus competencias, sus capacidades, sus conocimientos desinteresadamente. Movidos por el deseo de contribuir, con un granito de arena, a la transformación de las realidades de desigualdad, inequidad e injusticia que se viven en muchas comunidades en todo el mundo. A ellos, desde 1986, la Naciones Unidas han dedicado la jornada del 5 de diciembre.
Jornada Internacional del Voluntariado
La Jornada Internacional del Voluntariado ofrece la oportunidad, a las organizaciones de voluntariado y a los voluntarios, para promover el voluntariado, fomentar nuevas experiencias, solicitar a los gobiernos y organizaciones internacionales cooperación y que establezcan mecanismos claros, para que las personas dispuestas puedan encontrar la manera de realizar su servicio.
El tema de la Jornada Internacional del Voluntariado 2022 es celebrar la solidaridad a través del voluntariado. «Las crecientes desigualdades en el mundo -se lee en el sitio web oficial de la jornada– exigen que trabajemos juntos para encontrar soluciones comunes. Los voluntarios, impulsados por la solidaridad, desarrollan soluciones a desafíos urgentes de desarrollo y para el bien común. El voluntariado es el lugar donde la compasión se encuentra con la solidaridad. Ambos comparten los mismos valores fundamentales: sostenerse recíprocamente desde una posición de confianza, humildad, respeto e igualdad».
Los voluntarios de Milonga
En esa jornada, entre los voluntarios de todo el mundo que, con su compromiso y su dedicación, contribuyen a construir un mundo más unido, queremos celebrar, particularmente, los jóvenes voluntarios que se comprometieron a lo largo del tiempo con el programa “Milonga”.
Un programa de voluntariado internacional que trata de poner en contacto el deseo de acción de los jóvenes con las necesidades de distintas organizaciones sociales de todo el mundo, que trabajan cotidianamente con comunidades en situación de vulnerabilidad.
En sus 7 años de actividad, Milonga ha puesto en contacto a más de 300 jóvenes con las 30 organizaciones que hacen parte del programa. Chicas y chicas entre los 18 y 35 años que, además de emprender una aventura de servicio a los demás, han vivido una experiencia intercultural y formativa.
En 2022, más de 60 jóvenes se han inscrito en el programa, 18 de los cuales han completado su experiencia, 2 actualmente están en servicio, otros 2 saldrán entre diciembre y enero, y al menos 10 se están preparando a viajar durante la primera mitad del 2023.
Hoy, en la Jornada Internacional del Voluntariado, agradecemos a todos estos jóvenes que, impulsados por el deseo de donar y contribuir a la construcción de un mundo más humano y fraterno, han puesto en pausa su vida cotidiana, estudios, trabajo, proyectos personales, para vivir la aventura de conocer, compartir y servir a los más vulnerables. Son, sin duda, ciudadanos globales que no se conforman con observar la pobreza, la desigualdad y la injusticia desde lejos, sino que quieren marcar la diferencia, ser el cambio que quieren ver en el mundo. A cada uno de ellos va nuestro gran: ¡Gracias!
«Como un pintor que pinta sobre un lienzo completamente blanco, con paleta y pinceles, día tras día fui dando forma a un cuadro donde los colores eran las miradas, las sonrisas, la generosidad, las dificultades, la sencillez, los abrazos, el entusiasmo, la acogida, la dignidad, el agradecimiento, la pobreza, la singularidad y el asombro de los niños y de todas las personas que conocí».
Martina, voluntaria italiana en UNIPAR, Paraguay
«He aprendido a ser paciente, he vuelto a aprender que lo primero son las personas y luego el trabajo, sea lo que sea. Cambié mi visión del mundo de los negocios; comprendí que en una empresa no todo es dinero, sino lo que se transmite y se da, a través de los servicios que se prestan y las relaciones que se establecen».
Carlos, voluntario paraguayo en El Diamante, México
«Aprendí mucho más en 3 meses en Kenia que, en 5 años de escuela a vivir en comunidad, a arriesgar sin miedo, a ser emprendedor porque es la única manera de afrontar la vida, de vivir en armonía con todos y ser paciente y amable como lo han sido conmigo»
Angélica, voluntaria brasileña en Fazenda La Esperanza, Kenia