Comenzó una recaudación de fondos para ayudar a las poblaciones afectadas por el tifón Rai/Odette en Filipinas. Una oportunidad de solidaridad absolutamente necesaria.

846.000. Este impresionante número bastaría para decirlo todo: es el número de niños afectados en Filipinas por el paso del tifón Rai/Odette que destruyó casas, escuelas, ciudades enteras poco antes de Navidad, agravando una situación ya difícil, también por una cepa más infecciosa del COVID-19 y las continuas fuertes lluvias precisamente en las áreas golpeadas por el tifón.

Pero para nosotros, eso no es suficiente, necesitamos otros números dolorosos para entender qué está sucediendo realmente en el archipiélago asiático: a distancia de poco más de dos semanas del paso del tifón, los números dados a conocer por las autoridades filipinas hablan por sí solos: los muertos son más de 400, los heridos 1.147 y 82 desaparecidos. Hay más de 500.000 desplazados, mientras que las personas afectadas de alguna manera por esta calamidad son más de 6,6 millones. Cifras verdaderamente alucinantes que indican la devastación que el país está viviendo.

Algunas de las áreas afectadas tenían ya tasas preocupantes de desnutrición incluso antes que el tifón las azotara, y hoy los desafíos físicos y materiales involucran cables eléctricos caídos, redes de comunicación dañadas, viviendas destruidas, sistemas de transporte paralizados y otras infraestructuras, como las industrias agrícolas, enteramente demolidas. Por tanto disminuyen las posibilidades de supervivencia de la población.

Se lanzó una llamada humanitaria: muchas de las personas afectadas por este desastre se encuentran en condiciones miserables y necesitan desesperadamente alimentos, agua, ropa, refugio temporal y medicinas.

El sitio web focolare.org publicó el testimonio de Alessandra Emide, responsable de los programas de Bukas Palad Cebu Foundation: «También el centro de los Focolares de Bukas Palad, en la isla de Cebú, donde trabajo, se ha dañado: vidrios, puertas y ventanas rotas, árboles caídos y a pesar de todo, hospeda algunas familias que han perdido todo. Las autoridades locales dicen que se necesitará un mes para comenzar a restaurar la luz y el agua, mientras tanto estamos tomando medidas para hacerles llegar a las familias contenedores de agua potable, linternas solares y baterías recargables, arroz y alimentos no perecederos».

Gió Francisco cuenta que «junto con los socorristas también los Jóvenes por un Mundo Unido de Filipinas concentraron todos sus esfuerzos en cuatro de las seis regiones más afectadas, incluida la provincia de Cebú, donde está Bukas Palad. Hasta ahora se han recolectado fondos para dar centenares de paquetes de alimentos y agua a las familias en las áreas menos accesibles. Se trata de ayudas de primera necesitad que sin embargo no son suficientes. Las familias tendrán que recuperarse y ponerse a trabajar, muchas dependen especialmente de la agricultura y de la pesca. Las barcas de los pescadores quedaron destruidas. Los agricultores perdieron sus cosechas. Piensen que una ciudad, conocida por sus plantaciones de banano, quedó arrasada hasta la última planta».

Entonces la solidaridad y la fraternidad están en movimiento también en este momento difícil. Es por eso que la Coordinación de Emergencias del Movimiento de los Focolares ha lanzado una recaudación de fondos extraordinaria en apoyo de las poblaciones filipinas afectadas, una verdadera “mano tendida” para apoyar la reconstrucción. Es posible donar a través de las siguientes cuentas bancarias:

Azione per un Mondo Unito ONLUS (AMU)
IBAN: IT 58 S 05018 03200 000011204344 en Banca Popolare Etica
Código SWIFT / BIC: CCRTIT2T

Azione per Famiglie Nuove ONLUS (AFN)
IBAN: IT 92 J 05018 03200 000016978561 en Banca Popolare Etica
Código SWIFT / BIC: CCRTIT2T84A
Motivo: Emergencia por tifón en Filipinas

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