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Los “niños ciudadanos” de Vargem Grande Paulista
También los niños viven la campaña #Daretocare. A su manera y con el entusiasmo típico de su tierna edad, participan activamente en la Semana Mundo Unido, asumiendo pequeñas y grandes iniciativas para mejorar las ciudades. Un ejemplo es los “Niños Ciudadanos” de una populosa zona de Brasil…
¿Los niños pueden arrastrar a los adultos en acciones de ciudadanía activa y llamar la atención de organismos que promueven este tipo de actividades por el ejemplo que dan?
Esto fue lo que sucedió en Vargem Grande Paulista, una ciudad del Estado de San Paolo, en Brasil. Aquí algunos niños del Movimiento de los Focolares, los Gen 4, se han convertido en protagonistas de un recorrido que podríamos definir de responsabilidad civil y atención hacia los demás, hacia los más frágiles y hacia el medio ambiente.
Sus iniciativas nacen como expresión del proyecto internacional “Niños Ciudadanos”, promovido por los Focolares para las franjas de edad de la infancia y está incluido en la campaña #DareToCare del Proyecto Mundo Unido. El objetivo de “Niños Ciudadanos” es, por una parte, la formación de los pequeños a través de experiencias concretas de participación activa a la vida y a las exigencias de la comunidad y por otra, la difusión de prácticas que pongan al niño, no solo en la posición de actor pasivo que recibe una educación de los adultos, sino también en aquella de sujeto activo que, con sus ideas y acciones innovativas, puede revelar un nuevo modo de concebir y vivir la ciudad, incluso a los adultos.
Es precisamente por estos principios que los niños Gen4 de Vargem Grande Paulista han comenzado a colaborar con la ONG “Brasil sin Grietas”, una organización que promueve la recolección de cajas de leche y jugo. Por estar hechas de material aislante, se pueden utilizar para tapar las grietas de las paredes de las casas, actuando así ya sea contra los cambios climáticos como contra la entrada de insectos a las viviendas; dadas sus características, con estas cajas se realizan también frazadas térmicas para los que no tienen techo.
Los niños Gen4 de Vargem Grande Paulista decidieron adherir a esta iniciativa, recogiendo las cajas no solo en su casa, sino también pidiendo a sus familiares, amigos y vecinos de casa; después de la recolección las lavan y las cortan para enviarlas a la ONG. Han demostrado un compromiso tan fuerte que al final del 2020 la misma ONG quiso darles un premio de reconocimiento.
En el mismo periodo, dos de estos niños, Vitor Tamburu y Theo Zinn, se enteraron de que en un pueblo cercano había una niña con parálisis cerebral de nacimiento y, a causa de los problemas que esta enfermedad conlleva, tuvo que someterse necesariamente a una intervención. Para cubrir los gastos, se lanzó una licitación para recolectar 52 toneladas de tapas plásticas, de las que se usan en las botellas para alimentos, productos de limpieza, etc. El compromiso de Vitor y Theo, junto con su capacidad de involucrar a muchas personas, incluidos adultos en el proyecto, impresionó especialmente al Instituto Lixo Zero Brasil (Instituto Cero Basura), que quiso darles un premio muy importante, en cuando se confiere a personas que hacen la diferencia y que son inspiradoras para otros en este recorrido de ecología hacia una condición de Residuo Cero.
Estos Gen4 también participaron en una actividad promovida por la Comunidad del Movimiento de los Focolares de la zona: distribuir plántulas para estimular un estilo de vida en el que se cuide el medio ambiente. Uno de los niños, Felipe, le contó a un compañero de escuela sobre este proyecto, quien a su vez habló en su familia. La madre entusiasmada decidió dar una contribución concreta: siendo apasionada de la jardinería y teniendo la afición de hacer germinar semillas y luego regalar las plántulas, donó más de 200 a la iniciativa ¡Y siguen teniendo una gran demanda! Después de este primer paso, comenzó a promover personalmente la recolección de botellas de plástico vacías en familia y entre los vecinos de casa, con el objetivo de llenarlas de agua potable y donarlas a personas sin hogar y a los pobres.
Padres, vecinos, instituciones, comunidades: ¡cuántas personas se dejan llevar por el entusiasmo genuino de los niños! Los protagonistas fueron quienes inspiraron a adultos e instituciones hacia nuevas prácticas y nuevas ideas de sensibilización, no solo ecológica sino también social, por una ciudad más unida, que tenga el valor de cuidar al otro, los más frágiles, y de un mundo que ya no respira.
Estos niños de Vargem Grande Paulista, junto con muchos otros en el mundo que adhieren al proyecto “Niños Ciudadanos”, nos demuestran que no hay edad para hacer su aporte y que todos son importantes para marcar la diferencia, en la donación continua y recíproca que puede transformar nuestras ciudades… ¡a medida de niño!