También esta semana, con el equipo de United World Project, agudizamos el oído para escuchar el bosque que crece, hecho de todas las iniciativas positivas que siguen generando un contagio global positivo, en medio de la Pandemia.

Continúa en el mundo, la epidemia de Covid19 con la dramática cantidad de enfermos, nuevos infectados y, lamentablemente, muertos. Mientras escribimos, los contagiados son más de 1 millón 600 mil, los muertos casi 97 mil. Es desde aquí, desde la participación en todo este dolor, que queremos partir, con nuestras condolencias y nuestra cercanía a los enfermos, a sus familias y a las de las víctimas.

Sin embargo, no queremos que la historia de la pandemia sea una «película de terror», como escribió recientemente el periodista inglés George Monbiot, del periódico The Guardian: «En lugar de convertirnos en zombis carnívoros, la pandemia ha convertido a millones de personas en buenos vecinos”. Como él, tenemos la sensación de que algo nuevo se está afianzando, algo que nos estaba faltando y que él describe como «la fuerza inesperadamente emocionante y transformadora de la ayuda mutua».

Norfolk (UK) “No puedes hacer mucho para detenerme”

David Tillyer es paramédico del East of England Ambulance Service (EEAS) en Norfolk, Reino Unido. El miércoles 3 de abril, David estaba en el supermercado luego de terminar su turno nocturno de 12 horas. Mientras hacía la fila para pagar, una serie de hechos lo fueron sorprendiendo.

Primero, la pareja que estaba antes que él, le cedió su lugar. Mientras seguía avanzando en la fila lo comenzaron a aplaudir en agradecimiento por su trabajo. Así, entre aplausos y palabras de agradecimiento, siguió avanzando y cuando ya estaba por abonar la compra, una mujer corrió y pasó su tarjeta al momento de pagar. David, agradecido, le dijo “no hacía falta que hicieras eso”, a lo que la señora respondió: “no puedes hacer mucho para detenerme”.

El paramédico, emocionado y agradecido, subió un agradecimiento en redes sociales para estas personas que le levantaron el espíritu. Esta publicación explotó en redes sociales y fue compartida más de 88.000 veces.

Fuente: facebook.com

Bérgamo (IT) Cada uno da lo que recibe y luego recibe lo que da

Sameh es egipcio y vive hace 10 años en Italia. Hace 6 años que trabaja como verdulero en Canonica d’Adda, un municipio en la Provincia de Bergamo, en Lombardía. Una de las zonas más golpeadas por el Covid19.

En una de las mesas de su verdulería tiene un cartel que dice “Hace 10 años ustedes me han acogido. ¡Ahora quiero darles las gracias! ¡Todo va a ir bien! Si necesitas, toma GRATIS fruta y verdura que se encuentra sobre esta mesa”.

Sameh cuenta que se sintió acogido desde el primer momento que llegó y es por eso que hoy, desde su lugar, está contento ofreciendo algo para devolver a su comunidad. “Este es un momento difícil, es necesario ayudar a la gente que está mal. Esta acción quiere decir que amo Italia y que quiero devolver de algún modo lo que recibí”.

Fuente: Ansa.it

Argentina. Impresoras 3d al servicio de la salud

En Argentina, numerosos impresores 3d pusieron sus máquinas a funcionar para realizar insumos para hospitales. Por ejemplo, Guillermo y Gerónimo Cabrera, padre e hijo, dueños de “Te doy una mano”, un emprendimiento solidario que produce prótesis para personas en dificultad, y que realizaron gratuitamente más de 60 “válvulas Venturi”, que sirven para los respiradores. Además entregaron mascarillas de plástico para el Hospital Lavallol de Buenos Aires.

El proyecto «Imprimiendo Ayuda 3D» nace de un grupo de Facebook. Una red de impresores que, tomando modelos de máscaras europeas factibles de realizar, están produciendo y donando máscaras para profesionales de la salud y efectivos de seguridad, para protegerse mientras salen a hacer su trabajo.

Fuente: tn.com.ar y telam.com.ar

Coventry (UK) “Al final les di todo lo que tenía”

En la ciudad de Coventry, en el centro de Inglaterra (cerca de Birmingham), donde Kelly Iles, dueña de The Barn Kitchen, y su staff trabajan incansablemente para alimentar a 8.000 trabajadores del Servicio Nacional de Salud (NHS son las siglas en inglés).

Luego de la desesperación que le produjo cerrar su restaurante por cuarentena y no sabiendo qué hacer con los ingredientes que había comprado para esa semana, Kelly decidió canalizar sus energías para dar una mano.

Ella y sus empleados se arremangaron y prepararon porciones de macarrones con queso, lasagna, sándwiches, brownies y scones. Trabajaron de manera gratuita, incansablemente, hasta que se acabaron los insumos. “Al final les di todo lo que tenía”, cuenta Kelly, “porque cada vez que llegaba con la comida ellos estaban tan agradecidas… las enfermeras están haciendo turnos de 15 horas diarias, sin pausas”.

Posteriormente crearon un crowdfunding para que la gente donara dinero para seguir y juntaron más de £3500. Además una empresa local de muebles puso a disposición su camioneta para llevar la comida al Hospital Warwick y los Hospitales Universitarios de Coventry y Warwickshire.

Fuente: coventrytelegraph.net

España. Hoteles abiertos para víctimas de violencia doméstica

Se aprobó un decreto real para garantizar la protección y asistencia para las víctimas de violencia doméstica. Se abren hoteles para que las personas que no encuentran disponibilidad en los servicios de acogida puedan optar por esa “alternativa habitacional segura”.

«Las víctimas son un colectivo especialmente vulnerable en situaciones de aislamiento domiciliario, por verse forzadas a convivir con su agresor, lo que las sitúa en una situación de mayor riesgo».

El decreto real garantiza servicios esenciales como el de atención a víctimas de explotación sexual y trata.

Fuente: 65ymas.com

Buenos Aires (ARG) Asegurar el plato de comida

Relata Silvina Chemen, rabina de la Comunidad Bet-El de Buenos Aires: “Cuando comenzó el frío salíamos a llevar un plato de comida caliente a todos los que vivían en la calle en nuestra zona”.

Los voluntarios y voluntarias (miembros de la Comunidad y del Movimiento de los Focolares) de esta iniciativa no quisieron parar, aun cuando muchas de las actividades se habían suspendido en el país.

Hoy, que también Argentina está en cuarentena obligatoria, la actividad tuvo que suspenderse, pero los voluntarios no se olvidaron de su compromiso. Por eso la Comunidad hoy sigue con la actividad de manera virtual, con una colecta de fondos a través del sitio web betel.org.ar/unplatomas

Toscana (IT) Viticultores italianos lanzan recaudación de fondos

El Morellino di Scansano es uno de los vinos tintos italianos más famosos de la Toscana. Y sus productores están haciendo su parte en esta pandemia. Los viticultores de la bodega Cantina Vignaioli lanzaron una recaudación de fondos a favor del Hospital de la Misericordia, a través de la plataforma Gofundme.

Previo a la colecta, la bodega donó 10.000 euros que se utilizarán para completar la compra de un ecógrafo para la Unidad de Radiología del Hospital.

«Somos conscientes del importante papel que la bodega tiene para todo el territorio de la Maremma (parte de la Toscana meridional y del Lacio septentrional). Por eso no podemos hacer oídos sordos al llamamiento de las estructuras hospitalarias y hemos pensado en ayudar concretamente al Hospital de la Misericordia de Grosseto, lanzando esta colecta de fondos», dijo el Presidente Benedetto Grechi.

Fuente: grossetonotizie.com

Vip, Instagram, balconi y crowdfunding

Hoy los VIPs son ellos: los médicos, las enfermeras, el personal de los hospitales, los trabajadores de los supermercados, los productores de alimentos y productos esenciales, los recolectores de basura, los miembros de las fuerzas de seguridad de TODO el planeta.

Aquellos que salen a trabajar para asegurarse que todo el resto pueda #QuedarseEnCasa.

Muchos artistas, deportistas, famosos, clubes, desde su lugar, siguen concientizando, generando colectas de dinero o donándolo. Sin embargo, hoy destacamos a John Krasinski, actor estadounidense, que comenzó a hacer un programa vía streaming, desde su casa, llamado “Some good news” y causó revuelo en las redes sociales.

No somos los únicos que estamos agudizando el oído para escuchar el bosque que crece.