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Semillas de esperanza en el norte de Kenia: un proyecto que no deja a nadie atrás
En Marsabit, en el norte de Kenia, Augustine Lenamoi fundó la “Northern Pastoralists Youth Development Organization” (NPYDO), una organización dirigida integralmente por jóvenes, con el objetivo de mejorar la situación social y económica de las comunidades locales, a través de actividades de desarrollo. Para no dejar a nadie atrás.
Estamos en Marsabit, una provincia del norte de Kenia en la frontera con Etiopía. Aquí el 80% del territorio es desierto y la tasa de pobreza de la población rural es altísima, con fuertes consecuencias en términos de mala nutrición, difícil acceso al agua potable y, por tanto, a la posibilidad de crecimiento económico.
Es en este contexto que en el 2016 nace la Northern Pastoralists Youth Development Organization (NPYDO), una organización dirigida enteramente por jóvenes, con el objetivo de mejorar la situación social y económica de la comunidad del territorio a través de actividades de desarrollo. El fundador, Augustine Lenamoi, cuenta que la fuerza impulsora para dar vida a NPYDO fue “la idea de amarnos, de crecer juntos y no dejar a nadie atrás”.
De hecho, la provincia de Marsabit, dice Augustine, “ha quedado marginada de las esferas del desarrollo en todos los regímenes posteriores a la independencia poscolonial”. Pero esta condición de partida ha hecho aflorar aún más, el deseo de aunar habilidades, recursos, ideas, tiempo y energía para llevar a cabo proyectos que abran, especialmente a los jóvenes, oportunidades antes impensables.
Un ejemplo es la historia de Nasieku: la hija mayor de ocho hermanos y dentro de una comunidad fuertemente patriarcal, donde las posibilidades de educación para la mujer son mínimas. “Nasieku -explica Augustine- tuvo que abandonar la escuela para someterse a la infibulación obligatoria, y luego se le asignó un pretendiente elegido por sus padres. Seis meses después se casó y luego tuvo dos hijos, convirtiéndose en una madre completamente dependiente de su esposo para sus necesidades básicas. Cuando NPYDO comenzó la Shepherd School (escuela de pastores), Nasieku suspiró aliviada al poder volver a la escuela y aprender habilidades importantes para su realización personal. Ella fue la primera graduada de nuestra escuela y comenzó su propio negocio, que sigue funcionando muy bien, también hoy, gracias a lo que aprendió en la escuela”.
Otro proyecto que ha vuelto a abrir escenarios de esperanza es ese que contiene el “Torneo por la paz” y la “Worries Marathon”, un torneo de fútbol y una maratón respetivamente, que se realizan generalmente durante las vacaciones de agosto y diciembre. Augustine aclara el objetivo de estas iniciativas: “Sensibilizar a los jóvenes sobre temas de paz, en cuanto son precisamente ellos los que están más involucrados en las milicias y en los conflictos armados entre las tribus del lugar. El proyecto quiere demostrar con los hechos la fuerza regeneradora del amor, contrapuesta a los efectos devastadores del odio y de los conflictos. Entre otras cosas, este mensaje llegó con un eco muy fuerte incluso a las personas mayores, contribuyendo significativamente a la consecución de una convivencia pacífica y armoniosa entre las tribus, en muchas zonas del territorio”.
Las iniciativas de información y sensibilización se acompañan luego con aquellas que ofrecen una alternativa concreta, como “Moran Re-Greening”: un proyecto que rehabilita a jóvenes soldados que han dejado las armas, a través de actividades de sostenibilidad ambiental como la reforestación, en pleno acuerdo con los objetivos de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, promovida por la ONU.
Y el proyecto de los filtros de agua avanza en la misma dirección que, nos dice Augustine: “Tiene como objetivo mejorar el acceso al agua potable, limpia y a servicios higiénicos, ahí donde los esfuerzos del gobierno, a través de la perforación de pozos, no han tenido éxito. Poder llevar a cabo estos proyectos significa enfrentar los desafíos de la población local, que son compatibles con los desafíos globales”.
Por otra parte, NPYDO, aun estando tan centrada en su propio territorio, nunca ha perdido la mirada sobre el mundo, proponiéndose más bien como un lugar de encuentro entre diferentes culturas. Esto es lo que emerge del relato de Augustine con respecto al proyecto “Asante África” realizado en colaboración con Jóvenes por un Mundo Unido: “Asante África Project es un programa de intercambio a través del cual los jóvenes de todas partes del mundo llegan a varias provincias de Kenia para hacer experiencias de voluntariado (como trabajos para la comunidad local o para la escuela) y contemporáneamente experimentan la belleza del encuentro entre diferentes culturas, descubriendo por ejemplo la cocina de cada una, los diferentes idiomas”.
Estas son sólo algunas de las muchas iniciativas que podríamos enumerar para contar cómo en una provincia del norte de Kenia, gracias a NPYDO y al deseo de poner en común los talentos y las capacidades, ha nacido una semilla de esperanza para muchos jóvenes. NPYDO no da soluciones sino, que como afirma el fundador, Augustine Lenamoi: “Ofrece una ayuda para enfrentar los problemas de la comunidad, propone experiencias desafiantes y enseña cómo superarlas, quiere demostrar la importancia de los valores humanos para un mejor futuro, sin dejar a nadie atrás”.
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