Workshop
Stars from scars en Camerún
El compromiso de una joven embajadores del mundo unido en Yaundé, Camerún, con los chicos que viven en la calle, también en la época del Coronavirus.
Mabih tiene 36 años y vive con su familia en Yaundé, la capital de Camerún. En septiembre de 2019, participó a la primera Escuela para Embajadores del mundo unido que se realizó en París, promovida por la ONG New Humanity. Una escuela orientada a profundizar el rol de las instituciones internacionales, de las ONG y de los valores de paz y fraternidad universal que inspiran las acciones internacionales de New Humanity, a la que participaron jóvenes provenientes de varias partes del mundo.
“Después de la escuela de París, el pasado mes de septiembre, regresamos a casa con el gran deseo de encender el mismo fuego en nuestros respectivos países. Y también aquí en Camerún, lanzamos el mismo programa involucrando jóvenes de culturas y religiones distintas. La idea fue acogida inmediatamente por todos, y nos pusimos en acción”.
El programa de los jóvenes embajadores del mundo unido continuó durante los siguientes meses, con una serie de encuentros on-line que permitieron actualizar la vida en los diferentes países, compartir, comunicar las experiencias exitosas y lanzar la propuesta de comprometerse personalmente en un proyecto de larga duración.
“Adherí a una iniciativa ya existente que involucra Camerún, promovida por uno de los embajadores. Se llama “Stars from scars” (Estrella de las cicatrices) y es una organización sin ánimo de lucro cuya misión es mejorar la vida de los niños de la calle; recuperarlos, valorizando su potencial y reintegrarlos a la sociedad. Y agrega Mabih: ” Debido a las crisis y los conflictos en los últimos años, en Camerún, su número ha aumentado considerablemente”.
La asociación Stars from scars, dice Mabih, tiene el beneplácito de las autoridades competentes para trabajar con menores: “Sentimos que estos niños son una responsabilidad nuestra. Son los “sin voz” que queríamos conocer apenas concluida nuestra formación en Paris. Nuestra primera finalidad no es obsequiar regalos o alimentos, sino construir relaciones”. Naturalmente no faltan las ayudas y también los víveres: “Una vez, preparamos 350 paquetes con alimentos, pero cuando llegamos allí, los chicos eran más de los previstos, y ¡no fue suficiente! Independientemente de esto, comenzamos una relación fraterna muy concreta. Así descubrimos que no íbamos allí sólo para amar o para dar sino también para recibir de ellos, porque todo es recíproco. A veces, pensamos que la falta de una casa significa pobreza, pero no es así, porque ahí encontramos personas felices y llenas de esperanza”.
Con la pandemia del Coronavirus, Mabih y los amigos de “Stars from scars” pusieron en acto otra iniciativa: “Hemos pensado en su seguridad, porque ellos, que viven al margen de la sociedad son los más vulnerables. Recogimos gel alcoholado para las manos y otros productos fundamentales en este período. Para evitar aglomeraciones y respetar las medidas higiénico-sanitarias, llamamos a algunos de sus líderes y los tuvimos que enseñar el uso de los desinfectantes y cómo distribuirlos a los niños”.
Y ahora, ¿cómo ir adelante con esta relación? Creemos que no hay programas preestablecidos, sino que sólo en el amor cotidiano hacia ellos, entenderemos cuál es el siguiente paso que hay que dar. Habíamos pensado vivir con ellos la Semana Mundo Unido este año, pero la crisis del Coronavirus llegó para decirnos: “No”. A pesar de esto, aún habiendo suspendido todas las actividades con ellos, hasta nuevo aviso, tenemos bien claro que tenemos el antivirus de la fraternidad, y que ¡ningún virus puede impedirnos amar!”.