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The Farm of Francesco: un cambio que nace de la tierra
En ocasión del Día Mundial de la Alimentación, que se celebrará el próximo 16 de octubre, les contamos la historia de Virginia Solis, una joven emprendedora argentina. Ella y otros amigos han lanzado recientemente una empresa que revoluciona el sistema de la producción agrícola y la redistribución de la alimentación.
“Mi familia trabaja en el sector de la producción agrícola. Desde pequeña siempre he sentido este llamado a trabajar con los productores para generar un cambio en la sociedad. Un cambio que comience desde la tierra”. María Virginia Solís Washnish es una joven emprendedora argentina de 29 años. Tiene una empresa que comercializa “yerba mate”, bebida tradicionalmente argentina, trabajando directamente con pequeños productores. Adhiere al proyecto de Economía de Comunión, que propone una forma alternativa de entender la economía, fundada en los valores de la comunión, gratuidad y reciprocidad. Siempre ha soñado trabajar para combatir los problemas relacionados con la producción agrícola, con la protección del ambiente y la redistribución de los recursos. “Soñamos un sistema que promueva la colaboración a nivel global, pero sin perder la dimensión local. Aún más, que ponga al centro la persona”.
¿Por dónde empezar? Virginia encontró la respuesta hace un año, durante el evento internacional de Economy of Francesco, querido por el Papa Francisco y dirigido por jóvenes economistas, emprendedores y change-makers (agentes de cambio) comprometidos en la práctica de una economía distinta. Es decir, para usar las palabras del Pontífice, una economía “que hace vivir y no mata, incluye y no excluye, humaniza y no deshumaniza, cuida la creación y no la destruye”. Durante los talleres del evento, Virginia conoció a otros jóvenes productores y emprendedores que compartieron sus deseos y sus preguntas. Así, poco a poco, comenzaron a buscar juntos las respuestas.
“Se estima que a la humanidad le quedan unos 40 años antes que el terreno usado hoy para el cultivo deje de ser fértil. En otras palabras, si continúan a trabajar la tierra como ahora, dentro de 40 años no podremos cultivarla más para alimentarnos”. Virginia y otros 10 jóvenes dieron inicio a su empresa, The Farm of Francesco, precisamente para combatir la descertificación del suelo. La emprendedora explica que existen metodologías que permiten cultivar la tierra de forma sostenible, sin hacerla estéril, pero la mayor parte de los cultivadores no las conoce. Entonces, he aquí la idea: crear entornos en los que los productores puedan aprender estas prácticas. “Hemos decidido dar inicio a dos granjas de demostración”, es decir granjas piloto, en Nigeria y en Brasil. Ahí se aplica la agricultura regenerativa y, al mismo tiempo, se enseña esta práctica a otros pequeños productores”.
Los objetivos que The Farm of Francesco se propone son ambiciosos y para alcanzar antes del 2030: construir 250 “granjas demo”, cada una de ellas tendría que generar un impacto medio y mínimo de 50.000 hectáreas de terreno restaurado, teniendo repercusión sobre 10.000 jóvenes y sus comunidades. Resultados alcanzables a través de un sistema basado en la educación profesional.
“Para comenzar enseguida, decidimos lanzar, en nuestra página web, una recolección de fondos para formar un capital inicial de semillas”. Donando 10 dólares, cada uno puede contribuir a “adoptar” la regeneración de un metro cuadrado de tierra, que servirá para cultivar alimentos, regenerar el suelo y tener impacto sobre la vida de la comunidad local.
“Otro pilar fundamental de nuestra empresa es la lucha contra el hambre. Nos hemos dado cuenta que en los pueblos donde hay pequeños o medianos cultivadores, coexisten también graves problemas de nutrición. ¿Por qué no hacer algo para los alimentos producidos sirvan para nutrir a la comunidad local? Es así como nació la idea de proyectar las “granjas demo” según los principios de la “permacultura”, es decir satisfaciendo antes que nada las necesidades nutricionales de las personas que viven en aquel territorio.
“Hambre Cero” es el 2° objetivo para el Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. The Farm of Francesco la ha convertido en el pilar fundamental de su actividad.
“La idea de nuestra empresa no es nueva, sino que surge del observar el entorno que nos rodea para entender cómo generar un impacto positivo. Me gusta mucho la visión del Papa Francisco de que cada cambio nace precisamente de la observación: es necesario ver lo que sucede a tu alrededor, para pensar luego cómo modificarlo”. Virginia invita a todos los que están interesados en su proyecto, y quieren hacer algo en sus contextos de origen, a unirse a The Farm of Francesco. “Es una invitación abierta a todos. Mi sueño es que todo lo que hagamos sea un empuje para amar más. Amar más la tierra, amar más a los demás, amarnos más a nosotros mismos”.
Aquí la entrevista completa con Virginia Solis: