Aprovechamos la ocasión de la Jornada Internacional de la Fraternidad Humana para comenzar a celebrar los diez años del UWP. Un proyecto que nació precisamente para difundir la cultura de la fraternidad en el mundo. La conmemoración será el 1° de septiembre 2022, aniversario de su lanzamiento oficial. Una etapa cada mes, ¡desempolvaremos los orígenes, las historias y los eventos que han marcado estos 10 años de vida colectiva!

Era el 2011. La Tierra alcanzó el hito de los 7 mil millones de habitantes. El mundo asistía al estallido de protestas de la llamada “Primavera árabe”. El conflicto sirio estaba comenzando. Un tsunami golpeaba Japón, causando millares de muertos y el desastre ambiental de Fukushima. La guerra en Irak terminaba. Es en este contexto histórico que un grupo de jóvenes soñadores de varias procedencias comenzó a planificar un encuentro mundial que se realizaría entre agosto y septiembre de 2012. Los protagonistas de esta historia son los Jóvenes por un Mundo Unido del Movimiento de los Focolares. Jóvenes de culturas, religiones y nacionalidades distintas, unidos por un mismo ideal: hacer de la humanidad una sola familia.

Quisieron poner como título de su encuentro mundial: “Let’s bridge”, literalmente, “Construyamos puentes”. Entendiendo, puentes de fraternidad y no muros. Por esto, Budapest, la ciudad atravesada por innumerables puentes sobre el Danubio, a caballo entre el oriente y occidente de Europa, parecía el lugar más indicado.

Habían decidido trabajar duramente para acelerar la difusión de una cultura de paz, acogida, cuidado entre las personas, entre los grupos e Instituciones, incluso entre los pueblos y las naciones de la Tierra. Habrían podido contar, en el László Papp Budapest Sports Arena, con una audiencia de unos 12 mil jóvenes, y otros miles más, conectados desde todo mundo, a través de la web y tv.

El programa fue construido a partir de sus vidas. De México víctima de los cárteles de la droga a Tailandia, sumergida por las inundaciones. De Egipto de las protestas de la Plaza Tarir al campo de prófugos de Myanmar, en las afueras de Bujumbura, Burundi. Eran historias reales, experiencias de opciones de ir contra corriente: no solo lucha contra la pobreza sino comunión de bienes; no solo protesta sino compromiso con el bien común y ciudadanía activa; perdón en cambio de venganza; solidaridad permanente más allá de las emergencias; diálogo y acogida, en cambio de polarizaciones y cerrazón.

En definitiva, desde aquel palco querían testimoniar que el amor concreto supera todas las barreras, resuelve todos los problemas, consuela todo dolor, sana toda división.

Pero no era suficiente. Querían involucrar a todos en aquella aventura. Todos… bueno, posiblemente, ¡los 7 mil millones de habitantes de la Tierra! ¿Pero cómo hacerlo? Lo anunciaron el 1° de septiembre de 2012, directamente desde el escenario del Budapest Sports Arena. Toma la palabra Maria Giovanna, italiana: «Durante estos días, la Arena de Budapest ha acogido al mundo entero en una experiencia de fraternidad, ahora queremos abrir juntos estas puertas a todo el mundo para llegar a cada hombre. Les proponemos a todos un Pacto mundial de fraternidad. Lanzamos el: ¡United World Project!».

Comienza la recolección mundial de firmas, para sellar el compromiso de cada uno de ser operador de fraternidad a nivel local, nacional e internacional. Se plantea la constitución de un Observatorio, para monitorear y promover opciones y experiencias de fraternidad, realizadas individualmente, como grupo e instituciones, en todo el mundo; prospectando el reconocimiento de la Semana Mundo Unido, en las Naciones Unidas. Y luego, un vínculo especial con el continente africano, para que toda la humanidad pudiera enriquecerse del fuerte sentido de comunidad del que África es testigo. Así UWP comenzó a dar sus primeros pasos.

Vea la transmisión en vivo del lanzamiento de United World Project, el 1° de septiembre de 2012